L D (Agencias) Frente al consenso de Washington firmado en los noventa entre EEUU y FMI y en el que se recomendaba la desregulación de la economía, este jueves Kirchner y Lulka presetaron su recetario que decidieron llamar Consensod e Buenos AIres y que va en el sentido contrario a liberalizar la economía. Los Gobiernos de Argentina y Brasil dieron un trascendental paso en la integración de ambos países al firmar un acuerdo por el cual se comprometen a mantener una postura común en las relaciones con los organismos internacionalesde crédito y bloques regionales, a fin de lograr mayor peso en las discusiones y supeditar el cumplimiento de los compromisos externos al crecimiento de sus economías. "Expresamos que la administración de la deuda pública debe tener como horizonte la creación de riqueza y puestos de trabajo, la protección al ahorro, la reducción de la pobreza, el fomento de la educación y la salud y la posibilidad de mantener políticas sostenibles de desarrollo económico y social", dice el texto. En definitiva, Kirchner y "Lula" da Silva se comprometieron supeditar el cumplimiento de sus compromisos externos al crecimiento de sus países. La grave situación económica y social de Argentina y Brasil ocupa varios de los 20 puntos del Consenso de Buenos Aires, suscrito durante el primer día la visita oficial a Argentina del socialista Lula.
El documento alude a la "responsabilidad histórica" de ambos gobernantes "en relación con el combate a la pobreza y la desigualdad, el desempleo, el hambre, el analfabetismo y la enfermedad, que configuran una pérdida efectiva de autonomía y dignidad de las personas". Además, Kirchner y Lula reafirmaron su "voluntad de intensificar la cooperación bilateral y regional" desde el Mercosur, bloque que también está formado por Paraguay y Uruguay y que tiene a Bolivia, Chile y, desde el mes próximo, a Perú como socios comerciales. "El Mercosur -dijeron- no es sólo un bloque comercial sino que constituye un espacio catalizador de valores, tradiciones y futuro compartido. Nuestros gobiernos trabajan para fortalecerlo a través del perfeccionamiento de sus instituciones en los aspectos comerciales y políticos y de la incorporación de nuevos países". Según los mandatarios, la integración regional es "una opción estratégica para fortalecer la inserción de nuestros países en el mundo, aumentando su capacidad de negociación". "Una mayor autonomía de decisión nos permitirá hacer frente más eficazmente a los movimientos desestabilizadores del capital financiero especulativo y a los intereses contrapuestos de los bloques más desarrollados", consideraron.
En este sentido, destacaron que "la integración sudamericana debe ser promovida en el interés de todos, teniendo por objetivo la conformación de un modelo de desarrollo en el cual se asocien el crecimiento, la justicia social y la dignidad de los ciudadanos". Uno de los compromisos asumidos por Kirchner y Lula en el documento fue incrementar las relaciones del Mercosur con otros bloques y "en particular con la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela)". También expresaron su deseo de "continuar participando desde el Mercosur en las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) con el objetivo de alcanzar un acuerdo equilibrado que respete los intereses dispares de los participantes". Asimismo, llamaron a "los países desarrollados a cooperar de manera efectiva" en las negociaciones de la ronda multilateral de la Organización Mundial del Comercio (OMC), "de modo de consolidar un sistema abierto, sin distorsiones y no discriminatorio".
El documento alude a la "responsabilidad histórica" de ambos gobernantes "en relación con el combate a la pobreza y la desigualdad, el desempleo, el hambre, el analfabetismo y la enfermedad, que configuran una pérdida efectiva de autonomía y dignidad de las personas". Además, Kirchner y Lula reafirmaron su "voluntad de intensificar la cooperación bilateral y regional" desde el Mercosur, bloque que también está formado por Paraguay y Uruguay y que tiene a Bolivia, Chile y, desde el mes próximo, a Perú como socios comerciales. "El Mercosur -dijeron- no es sólo un bloque comercial sino que constituye un espacio catalizador de valores, tradiciones y futuro compartido. Nuestros gobiernos trabajan para fortalecerlo a través del perfeccionamiento de sus instituciones en los aspectos comerciales y políticos y de la incorporación de nuevos países". Según los mandatarios, la integración regional es "una opción estratégica para fortalecer la inserción de nuestros países en el mundo, aumentando su capacidad de negociación". "Una mayor autonomía de decisión nos permitirá hacer frente más eficazmente a los movimientos desestabilizadores del capital financiero especulativo y a los intereses contrapuestos de los bloques más desarrollados", consideraron.
En este sentido, destacaron que "la integración sudamericana debe ser promovida en el interés de todos, teniendo por objetivo la conformación de un modelo de desarrollo en el cual se asocien el crecimiento, la justicia social y la dignidad de los ciudadanos". Uno de los compromisos asumidos por Kirchner y Lula en el documento fue incrementar las relaciones del Mercosur con otros bloques y "en particular con la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela)". También expresaron su deseo de "continuar participando desde el Mercosur en las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) con el objetivo de alcanzar un acuerdo equilibrado que respete los intereses dispares de los participantes". Asimismo, llamaron a "los países desarrollados a cooperar de manera efectiva" en las negociaciones de la ronda multilateral de la Organización Mundial del Comercio (OMC), "de modo de consolidar un sistema abierto, sin distorsiones y no discriminatorio".