LD (Agencias) Néstor Kirchner habló ante el Congreso de los Diputados, donde fue recibido por los presidentes de las dos Cámaras del Parlamento, Manuel Marín y Javier Rojo. En su alocución, el presidente argentino mencionó expresamente a Telefónica y a Repsol, recalcando que el mercado argentino ofrece buenas potencialidades y confiando en que su propuesta para resolver los problemas de Aerolíneas Argentinas salga adelante.
Quiso agradecer a España su actitud "correctísima" y su ayuda durante la crisis de 2001. En lo relativo a las empresas y la renegociación de sus contratos, apuntó que "muchas veces no es la tarifa lo que está en juego; prioritariamente lo que está en discusión es el cumplimiento o no cumplimiento de los contratos".
Por lo que se refiere a Telefónica, relató el potencial de crecimiento de Argentina precisando que el 80 por ciento de los argentinos en 2008 estarán usando móviles y que las líneas fijas crecieron un 20 por ciento el año pasado. A Repsol, Kirchner le lanzó el mensaje de que "si invierte fuerte en Argentina, la producción de gas y la producción de petróleo pueden crecer muchísimo". El jefe de Estado argentino se reunió el miércoles con el presidente de Telefónica, César Alierta, y este jueves lo hará con el de Repsol, Antonio Brufau.
De la "extorsión" a la inversión
En mayo de 2004 Néstor Kirchner acusó a Repsol YPF de "extorsionar" a Argentina por no realizar más inversiones. Kirchner se refirió a que la petrolera no realizó más inversiones en gas por la falta de reajuste de las tarifas. En abril la negociación de las empresas suministradoras de gas, entre las que destaca la hispanoargentina, llevó al Gobierno argentino a liberalizar el precio de este combustible. En octubre del mismo año, el presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina, anunció ante el presidente argentino que contaba con un plan de inversión en el país de 980,6 millones de euros, que incluye la ampliación de un gasoducto del norte del país por 81,7 millones de euros.
Por otro lado, se refirió a la deuda de 800 millones de dólares que Argentina tiene aún con España e insistió en que su objetivo es que esta deuda sea incluida en las que el país tiene con el Club de París. Una vez que se resuelva este "problema", dijo, Argentina "va a pagar como corresponde". El presidente argentino relató la recuperación lograda desde la gran crisis de 2001, con un crecimiento anual medio del 9 por ciento en los últimos tres años –0,7 por ciento entre marzo y abril de 2006–.
Remite la pobreza
El desempleo, que llegó al 28 por ciento en los peores momentos de la crisis cerró el año pasado el 10,1 por ciento, en el primer trimestre de 2006 fue del 11,4 por ciento, ahora es del 10,8 por ciento y el Gobierno espera cerrar el año "en un dígito". También la pobreza, que llegó a afectar al 62,15 por ciento de la población, en el trimestre pasado se situó en el 33,8 por ciento, aún por encima de los niveles previos a la crisis (25 por ciento). La Indigencia llegó casi al 28 por ciento, hoy está en el 11 por ciento. Los datos son absolutamente alentadores", resumió Kirchner, recordando que su Gobierno renegoció la deuda privada, "que significó un ahorro para el país de 67.000 millones de dólares", de los 100.000 que se debían.
"Hemos pagado al FMI", prosiguió, señalando que los argentinos, independientemente de sus responsabilidades, se sintieron "absolutamente maltratados" por el Fondo. "Estamos en el infierno y estamos subiendo pasito a pasito las escaleras del infierno. Cuando acabe mi mandato el 10 de diciembre de 2007 espero poder decirle al pueblo argentino que estamos en las puertas del purgatorio", añadió. Kirchner expuso también la situación en la región, presentando a Argentina como factor de equilibrio en las tensiones por los recursos energéticos y como país clave de Mercosur, así como su deseo de que Mercosur llegue a un acuerdo de asociación birregional con la UE, porque "quien tendría que cumplir ese rol en la región no lo cumple".
Venezuela "solidaria"
En cuanto a la proyección internacional del Argentina, Kirchner subrayó su interés por los procesos integradores regionales y por profundizar en el diálogo con la Unión Europea, esfuerzo para el que esperó contar con el apoyo de España. Además, explicó sus esfuerzos para que Bolivia no quede "desintegrado" del panorama internacional y argumentó en favor de Venezuela, como un país "muy solidario" con sus vecinos pero al que Estados Unidos está "intentando crear una imagen de monstruito" pese a las excelentes relaciones comerciales que mantienen.