Personalmente, y hablo desde la perspectiva de un lego en la materia, creo que se debería dejar al mercado que se ajuste a su situación real de demanda.

Los sectores obsoletos, sobredimensionados, sobreendeudados o sobresubvencionados deberían readaptarse a la situación que realmente les corresponde en el mercado.

En este sentido, el Estado no debería, como es lógico, ejercer meramente el papel de observador que ve cómo el mercado se adapta por sí mismo, sino que debe procurar hacer dos cosas:

- Localizar y corregir los elementos del marco normativo que introduzcan las principales distorsiones del mercado (lo que serían, por ejemplo, las subvencones a las energías renovables o la promoción de VPOs)
- Tomar medidas que permitan a los sectores más afectados el ejecutar su adaptación de una forma paulatina en lugar de brusca, de forma que se dé tiempo a los otros sectores a absorber la mano de obra y recursos salientes, minimizando así el impacto y perjuicio para todos.

Desgraciadamente, en la época actual los gobiernos de todo el mundo tienen más de imagen y publicidad que de responsabilidad y sentido de estado. es por esa razón por la que tienden a emprender, casi sin excepción, medidas populistas antes que efectivas (que suelen ser más impopulares, aun siendo más beneficiosas).

Un saludo.