L D (Agencias) En declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo.
El mandatario apuntó a que la reducción de las emisiones a corto y medio plazo se negociará en el marco de las Naciones Unidas y no en el del G8. La Unión Europea (UE) ha propuesto que se alcance una meta para 2020 mientras Japón aboga por fijar el año 2050 como referencia. En este sentido Fukuda señaló que es preciso "mantener debates constructivos para lograr resultados específicos que incluyan una meta a largo plazo", en referencia a 2050.
Japón propuso el año pasado que se reduzcan a la mitad las emisiones de dióxido de carbono globales para 2050 y espera que el G8 fije al menos esta meta a largo plazo. "Queremos conseguir resultados políticos que promuevan la creación de un marco efectivo" que sustituya al protocolo de Kioto y que incluya a todas las principales economías del mundo, inclusive China y la India, según Fukuda.
El primer ministro nipón dijo además que será complicado que el Grupo de los Ocho logre que se reduzcan drásticamente los precios del petróleo y los alimentos a corto plazo. "La situación es compleja y no creo que nos permita resolver las cuestiones a corto plazo", dijo Fukuda según la agencia local de noticias.
El mandatario apuntó a que la reducción de las emisiones a corto y medio plazo se negociará en el marco de las Naciones Unidas y no en el del G8. La Unión Europea (UE) ha propuesto que se alcance una meta para 2020 mientras Japón aboga por fijar el año 2050 como referencia. En este sentido Fukuda señaló que es preciso "mantener debates constructivos para lograr resultados específicos que incluyan una meta a largo plazo", en referencia a 2050.
Japón propuso el año pasado que se reduzcan a la mitad las emisiones de dióxido de carbono globales para 2050 y espera que el G8 fije al menos esta meta a largo plazo. "Queremos conseguir resultados políticos que promuevan la creación de un marco efectivo" que sustituya al protocolo de Kioto y que incluya a todas las principales economías del mundo, inclusive China y la India, según Fukuda.
El primer ministro nipón dijo además que será complicado que el Grupo de los Ocho logre que se reduzcan drásticamente los precios del petróleo y los alimentos a corto plazo. "La situación es compleja y no creo que nos permita resolver las cuestiones a corto plazo", dijo Fukuda según la agencia local de noticias.
Relaciones con Corea del Norte
Sobre los recientes avances diplomáticos entre Japón y Corea del Norte, Fukuda dijo que espera que Pyongyang cumpla su promesa de reinvestigar el asunto de los ciudadanos japoneses secuestrados en las décadas de los años 70 y 80 por agentes norcoreanos. A cambio de ese gesto, Japón se comprometió el viernes a levantar parte de las sanciones que impone al régimen comunista.
Sin embargo Fukuda insistió en que espera que el compromiso norcoreano se cumpla lo antes posible. "Si va a necesitar tiempo, creo que es como si las promesas no se hubieran hecho. Creo y espero que el tiempo necesario estará dentro del sentido común", señaló el mandatario japonés.
Afganistán y pena de muerte
Sobre la posibilidad de enviar un nuevo contingente de tropas a Afganistán, Fukuda dijo que le parece "difícil" que se apruebe próximamente una ley permanente que autorice el despliegue de las Fuerzas de Auto Defensa niponas en el extranjero
Finalmente Fukuda habló de la pena de muerte en Japón, después de que se ejecutara este mismo martes en la horca a Tsutomu Miyazaki, conocido como el "monstruo de Saitama", por secuestrar, mutilar y asesinar a cuatro niñas de cuatro a siete años de edad entre 1988 y 1989. "Algunos en Japón piensan que se debería abolir la pena de muerte, pero son todavía una minoría. (...) El apoyo de la opinión pública para que continuemos (aplicándola) es más fuerte", concluyó Fukuda.
Finalmente Fukuda habló de la pena de muerte en Japón, después de que se ejecutara este mismo martes en la horca a Tsutomu Miyazaki, conocido como el "monstruo de Saitama", por secuestrar, mutilar y asesinar a cuatro niñas de cuatro a siete años de edad entre 1988 y 1989. "Algunos en Japón piensan que se debería abolir la pena de muerte, pero son todavía una minoría. (...) El apoyo de la opinión pública para que continuemos (aplicándola) es más fuerte", concluyó Fukuda.