L D (EFE) Durante el 2003, Indra facturó 981,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,34 por ciento con respecto al importe neto de la cifra de negocio alcanzada en el 2002.
El resultado bruto de explotación (EBITDA) aumentó el 13,68 por ciento, hasta los 129,15 millones de euros, al tiempo que el beneficio neto (EBIT) se incrementó el 13,62 por ciento, hasta los 109,11 millones de euros. Estos resultados, que según la compañía ponen de manifiesto su capacidad para crecer por encima del sector, se lograron a través de la aplicación de "criterios de máxima prudencia en la dotación de provisiones y amortizaciones".
De hecho, Indra acumula una posición neta de caja de 137 millones de euros, el 37 por ciento más que al cierre de 2002, después de haber generado una flujo de caja operativo de 113 millones de euros, un 31 por ciento más que durante el ejercicio anterior. La empresa asegura haber sido durante 2003 la compañía de mayor margen EBITDA entre las primeras veinte compañías europeas por capitalización bursátil, tras más que duplicar el nivel medio de todas ellas.
Con respecto a los próximos ejercicios, la compañía "proyecta unas favorables perspectivas a medio plazo, con crecimientos superiores a los del mercado español y europeo, tanto en ventas como en rentabilidad". Indra considera que existe "un entorno previsible de recuperación gradual, aunque todavía con importantes incertidumbres, y con un bajo nivel de crecimiento global estimado en el mercado de servicios de tecnologías de la información". Aún así, Indra confía en que durante este año volverá a registrar tasas de crecimiento superiores a las previstas para el sector, con lo que prevé que su facturación aumente entre el 9 y el 11 por ciento y la contratación aumente a un ritmo de "doble dígito"
El resultado bruto de explotación (EBITDA) aumentó el 13,68 por ciento, hasta los 129,15 millones de euros, al tiempo que el beneficio neto (EBIT) se incrementó el 13,62 por ciento, hasta los 109,11 millones de euros. Estos resultados, que según la compañía ponen de manifiesto su capacidad para crecer por encima del sector, se lograron a través de la aplicación de "criterios de máxima prudencia en la dotación de provisiones y amortizaciones".
De hecho, Indra acumula una posición neta de caja de 137 millones de euros, el 37 por ciento más que al cierre de 2002, después de haber generado una flujo de caja operativo de 113 millones de euros, un 31 por ciento más que durante el ejercicio anterior. La empresa asegura haber sido durante 2003 la compañía de mayor margen EBITDA entre las primeras veinte compañías europeas por capitalización bursátil, tras más que duplicar el nivel medio de todas ellas.
Con respecto a los próximos ejercicios, la compañía "proyecta unas favorables perspectivas a medio plazo, con crecimientos superiores a los del mercado español y europeo, tanto en ventas como en rentabilidad". Indra considera que existe "un entorno previsible de recuperación gradual, aunque todavía con importantes incertidumbres, y con un bajo nivel de crecimiento global estimado en el mercado de servicios de tecnologías de la información". Aún así, Indra confía en que durante este año volverá a registrar tasas de crecimiento superiores a las previstas para el sector, con lo que prevé que su facturación aumente entre el 9 y el 11 por ciento y la contratación aumente a un ritmo de "doble dígito"