El bloque de países que apuesta por reformar el sistema monetario internacional, sustentado sobre la hegemonía del dólar, va sumando apoyos poco a poco. La idea de sustituir al billete verde mediante una nueva divisa de reserva internacional lleva meses encima de la mesa de los principales líderes mundiales.
El plan para reformar el sistema fue apoyado en un principio por dos grandes potencias, tales como China y Rusia. Poco después se unieron algunos países emergentes. Ahora es India el que apoya esta iniciativa.
Suresh Tendulkar, asesor económico de primer ministro indio, Manmohan Singh, instó al Gobierno de su país a diversificar sus reservas en dólares -unos 264.000 millones- y reducir su tenencia de divisas norteamericanas. "La mayor parte de las reservas indias está nominada en dólares, y esto es un problema para nosotros", advirtió en una entrevista concedida recientemente en Francia, en donde asistió a una conferencia económica.
Los países emergentes (India, China, Brasil, Sudáfrica y México) asistirán a la reunión de líderes internacionales del G-8 (las principales potencias industrializadas del planeta) que tendrá lugar a partir del miércoles en la localidad italiana de L'Aquila, informa Bloomberg.
El régimen de Beijing es, junto con Moscú, el principal impulsor de la reforma monetaria, debido a la creciente preocupación de las autoridades chinas acerca de la futura estabilidad del dólar. El objetivo consiste en crear una cesta de divisas gestionada -derechos de giro (SDR)- por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sustitución del dólar como divisa global.
El tema será tratado nuevamente en la cumbre del G-8. Los altos funcionarios chinos insisten en que la crisis ha puesta al descubierto las debilidades del dólar y que es necesario reemplazar esta divisa como eje del actual sistema monetario, aunque es posible que tal proceso dure muchos años, informa Reuters.
El economista del banco central chino Wang Xin afirmó que el país avanza poco a poco hacia la internacionalización del yuan -unidad básica de la divisa china-. Sin embargo, admite que la aceptación internacional de la moneda china tan sólo se logrará tan sólo cuando se alcance su "convertibilidad" y si existe total transparencia en el mercado financiero nacional.
Por su parte, el primer ministro indio, Manmohan Singh , aseguró este jueves que los países en desarrollo como la India están sufriendo las consecuencias de una crisis financiera internacional de la que no son responsables y acusó al proceso industrial de las potencias desarrolladas del cambio climático."La recesión económica y financiera global que estamos viviendo es especialmente perjudicial para los objetivos de los países en desarrollo como la India. Esta no es una crisis que hayamos generado nosotros, pero tenemos que sufrir las consecuencias", dijo el jefe de Gobierno indio, en un comunicado oficial.
"La recesión en las economías avanzadas ha afectado nuestras exportaciones, fortalecido el sentimiento proteccionista y afectado los flujos de crédito y capital. Por tanto nos gustaría ver una respuesta global bien coordinada para hacer frente a los fallos del sistema y estimular la economía real", añadió.
Según Singh, un reputado economista que orquestó las reformas liberalizadoras llevadas a cabo en la India en la década de 1990, la seguridad alimentaria y energética y el cambio climático están relacionados y se deben analizar bajo un enfoque único para "otorgar significado al concepto de desarrollo sostenible".
Brasil reclama un debate sobre el dólar
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, quiere que se abra el debate sobre la confianza del dólar en un futuro, aunque admite que será importante durante décadas y que remplazar a la moneda norteamericana en el ámbito del comercio mundial "no es simple". No obstante, Brasil cree posible tener nuevas relaciones comerciales no subordinadas al dólar.
"Con la caída de Lehman Brothers el mundo se ha dado cuenta de que la dependencia de una sóla moneda no era un buen negocio. Hace falta encontrar alternativas. El debate ya se ha lanzado y no se detendrá inmediatamente", asegura Lula.