Según ha comunicado Iberia, los accionistas del nuevo operador han firmado un acuerdo que regula sus relaciones e incluye un compromiso de permanencia en la nueva sociedad durante un periodo de tres años, transcurrido el cual su objetivo es su salida a bolsa en 2009.
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, ha mostrado su malestar por la decisión de Iberia de suprimir los vuelos de El Prat que no sean rentables y ha pedido a la compañía que venda los 'slots' -derechos de despegue y aterrizaje- que quiera abandonar a otras compañías. Para tener un aeropuerto "competitivo" Clos cree que la Generalidad debería controlar esta infraestructura y, además, el ayuntamiento tendría que tener voz y participar activamente en los órganos gestores de la infraestructura, actualmente controlados por el Estado a través de AENA, tal y como intentaron los partidos catalanes cuando negociaban el Estatut.
El portavoz del gobierno catalán, Joaquim Nadal, ha dicho que sería "inadmisible" la posibilidad de que Iberia retire sus vuelos desde El Prat (Barcelona), excepto el puente aéreo, para sustituirlos por una compañía de bajo coste porque implicaría una "subordinación a vuelos" baratos. Nadal además cree que es "difícil de sustituir" vuelos regionales europeos, que para Iberia ya son rentables porque hay demanda desde Barcelona.
CiU, el principal partido de la oposición, ha aprovechado la coyuntura para cargar contra la Generalidad, donde el PSC gobierna en minoría y con perspectiva de que habrá elecciones anticipadas. Así, el diputado autonómico de CiU Josep Rull ha pedido a la Generalidad en un comunicado que "aparque su pasividad y trabaje para que El Prat no se transforme en un aeropuerto que opere principalmente con compañías de bajo coste".