L D (EFE) La evolución del beneficio ha estado marcada por el aumento de los resultados extraordinarios, obtenidos básicamente de la venta de activos inmobiliarios, y por la subida de la tasa impositiva. La cifra de negocio creció un 7 por ciento entre enero y septiembre y se elevó a 7.526,2 millones de euros.
El 86,7 por ciento de los ingresos se obtuvieron en España y el 13,3 por ciento en Latinoamérica. Por tipos de actividad, el negocio energético aportó el 96,1 por ciento y los no energéticos, el 3,9 por ciento restante. Los ingresos crecieron un 2,5 por ciento en el negocio energético nacional y un 40,5 por ciento en el internacional.
Iberdrola puso en funcionamiento 1.593 megavatios de potencia entre enero y septiembre, con lo que su capacidad total se elevó a 24.381 megavatios. La producción eléctrica aumentó un 4,4 por ciento en España, a pesar de la caída de la generación hidráulica, y un 79,1 por ciento en Latinoamérica. Al cierre de septiembre, Iberdrola contaba con 9,5 millones de clientes en España, lo que supone un aumento de 183.000 en términos interanuales. La energía distribuida creció un 5 por ciento, hasta 68.444 gigavatios/hora.
En la actividad de comercialización de electricidad, Iberdrola alcanzó una cuota del 38,3 por ciento, con más de 370.000 clientes. En el capítulo de gas natural, la compañía logró una cuota del 10,3 por ciento en el mercado nacional, incluyendo tanto el producto servido a clientes (5,4 por ciento) como el suministro a centrales de ciclo combinado (4,9 por ciento). La compañía obtuvo unos beneficios extraordinarios de 62,9 millones de euros, frente a las pérdidas extraordinarias de 169,9 millones registradas en igual periodo de 2003. Esta evolución positiva se debe básicamente a las plusvalías logradas por la desinversión en activos inmobiliarios, entre ellos la venta parcial de los terrenos donde se desarrollará el proyecto Cabo Cope (Murcia).
Por el contrario, la tasa impositiva pasó del 17,2 por ciento al 32,7 por ciento, lo que supuso un gasto de 261,6 millones. En los nueve primeros meses del año, las inversiones de Iberdrola alcanzaron los 1.430 millones de euros, de los que el 80,1 por ciento se destinó a España, el 17,5 por ciento a México y el 2,4 por ciento a Brasil. En España, 779 millones se dedicaron al negocio de generación y 260 millones al de distribución. En México, las inversiones se destinaron a las centrales de ciclo combinado de Altamira V y VI (162 millones) y de La Laguna II (44 millones), mientras que en Brasil 3 millones fueron al capítulo de generación (ciclo combinado de Termopernambuco) y 30 millones al de distribución.
La deuda financiera neta de Iberdrola ascendía, al cierre de septiembre, a 10.557 millones, superior a la registrada a finales del año pasado (10.378 millones). Sin embargo, el apalancamiento financiero (relación entre deuda y fondos propios) se redujo en el mismo periodo desde el 55,8 por ciento hasta el 54,7 por ciento.