LD (EFE) Según informó la compañía eléctrica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta medida se debe a la "buena marcha" del Plan Estratégico 2002-2006, a la progresiva reducción de su deuda y al crecimiento sostenido de su resultado, que en el primer semestre del año aumentaron el 12,6 por ciento respecto al mismo periodo de 2002.
La eléctrica insiste en que mantiene "un firme compromiso con el progresivo incremento de la retribución a los accionistas", por lo que, en cualquier caso, el aumento anual del dividendo será de al menos el 5 por ciento, tal y como establece el Plan Estratégico de Iberdrola aprobado por su Consejo de Administración en septiembre de 2001.
La segunda empresa eléctrica española apuntó que el reparto de dividendos no alterará las inversiones previstas en el Plan Estratégico, que preveía invertir 12.000 millones de euros entre 2002 y 2006. De igual modo, Iberdrola indicó a la CNMV que su política de reparto de dividendos no repercutirá en el objetivo de reducción de deuda, por el que se prevé que el apalancamiento financiero (la proporción de endeudamiento en relación con los fondos propios de la empresa) no supere el 50 por ciento al final del periodo de vigencia del citado plan.
La empresa destaca que desde el 1 de enero de 2002, fecha en la que entró en vigor el Plan Estratégico, hasta el 31 de julio de 2003, la rentabilidad total para el accionista (RTA) de Iberdrola se situó en el 12,28 por ciento, superior a la del selectivo IBEX 35, que acumula pérdidas en este periodo del 15,91 por ciento.
La eléctrica insiste en que mantiene "un firme compromiso con el progresivo incremento de la retribución a los accionistas", por lo que, en cualquier caso, el aumento anual del dividendo será de al menos el 5 por ciento, tal y como establece el Plan Estratégico de Iberdrola aprobado por su Consejo de Administración en septiembre de 2001.
La segunda empresa eléctrica española apuntó que el reparto de dividendos no alterará las inversiones previstas en el Plan Estratégico, que preveía invertir 12.000 millones de euros entre 2002 y 2006. De igual modo, Iberdrola indicó a la CNMV que su política de reparto de dividendos no repercutirá en el objetivo de reducción de deuda, por el que se prevé que el apalancamiento financiero (la proporción de endeudamiento en relación con los fondos propios de la empresa) no supere el 50 por ciento al final del periodo de vigencia del citado plan.
La empresa destaca que desde el 1 de enero de 2002, fecha en la que entró en vigor el Plan Estratégico, hasta el 31 de julio de 2003, la rentabilidad total para el accionista (RTA) de Iberdrola se situó en el 12,28 por ciento, superior a la del selectivo IBEX 35, que acumula pérdidas en este periodo del 15,91 por ciento.