LD (Agencias) La Oficina Nacional de Estadística publicó hoy unos datos del PIB más negativos incluso de lo esperado y que refuerzan las previsiones de que los últimos tres meses de este año certificarán la recesión que los organismos internacionales apuntaron para la economía de las islas. En este sentido, oficialmente se considera que un país ha entrado en recesión cuando registra dos trimestres consecutivos de saldo negativo.
Además, el índice del 0,5% que dejó el período entre julio y septiembre representa la mayor caída en 18 años y su difusión provocó una severa depreciación de la libra, que cotiza ahora en torno los 1,55 dólares --la primera vez que baja de 1,6 en cinco años-- y cerca de los 81 pequines con respecto al euro. El índice de referencia de la bolsa británica, el FTSE 100, sufrió también el impacto y cayó más de un 6%.
Los números refuerzan la posibilidad de que el Banco de Inglaterra (BoE) acometa un nuevo recorte de intereses en la reunión de la Comisión de Política Monetaria del próximo 6 de noviembre, tras el medio punto que rebajó el pasado 8 de octubre en la estrategia coordinada de los bancos centrales para hacer frente a la crisis.
En este sentido, los analistas consideran que la bajada de tipos podría ser mayor del 0,5% que actualmente se baraja en la City para el actual 4,5%, con el objetivo de intentar estimular el crecimiento en un contexto de temor a un colapso global y permanente volatilidad de los mercados.
Así, el sector servicios, que representa tres cuartas partes de la economía británica, cayó un 0,4%, el mayor derrumbe en 18 años, con los hoteles y restaurantes como los polos más afectados con un recorte del 1,7%, frente al crecimiento del 0,2% del trimestre anterior. El sector industrial, por su parte, registró un descenso del 1%, mientras en el caso del la construcción, la caída fue del 0,8%.