(Libertad Digital) Los analistas creen que la oferta de crudo no aumentará este invierno, que promete ser mucho más crudo que el anterior, que se consideró inusualmente cálido. La OPEP ha anunciado un aumento de la oferta en medio millón de barriles diarios, pero ni siquiera ello será suficiente para atender las necesidades al alza. Es más, este incremento de la oferta reduce su futura capacidad de respuesta al alza si el mercado necesitara un nuevo bombeo.
Todo apunta a un aumento de los precios. Goldman Sach cree que el año terminará con el barril de referencia en Estados Unidos rondando los 85 dólares y que a finales de 2008 podría alcanzar los 95. Es más, podría alcanzar los 90 dólares puntualmente este mismo año. Y el que viene el precio medio se situaría en 85 dólares. Para hacerse una idea de lo que representan estos precios valga recordar que el barril de la OPEP se ha mantenido, con picos y valles, sobre una tendencia en torno a los 20 dólares.
En estas condiciones se están poniendo en marcha explotaciones de un tipo de petróleo, extraído de tierras bituminosas. Se conocen desde hace muchos años, y su cantidad es enorme. Algunos estudios apuntan a que se podría surtir al mundo, a los actuales niveles de consumo, durante 5.000 años. Pero su producción es muy cara y sólo sería rentable si los precios se mantuviesen durante un largo período de tiempo por encima de unos 35 dólares.