L D (Agencias) El Palacio de la Moncloa ha sido el escenario en el que se ha materializado el acuerdo para la reforma laboral, que han firmado el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, y los presidentes de la CEOE, José María Cuevas, y de CEPYME, Jesús Bárcenas, en un acto presidido por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.
El texto consensuado permite a los empresarios hacer fijos a sus trabajadores temporales mediante el contrato de fomento del empleo, con el despido más barato, pues reduce de 45 a 33 días por año de servicio la indemnización que debe recibir el trabajador. Esta medida, sin embargo, sólo incluye los contratos que se firmen hasta el 31 de diciembre de 2007. Además, se incluye un "plan de choque" para reducir el empleo temporal, y limita a un periodo máximo de treinta meses el encadenamiento de contratos en un mismo trabajador. (Ampliación)
El texto consensuado permite a los empresarios hacer fijos a sus trabajadores temporales mediante el contrato de fomento del empleo, con el despido más barato, pues reduce de 45 a 33 días por año de servicio la indemnización que debe recibir el trabajador. Esta medida, sin embargo, sólo incluye los contratos que se firmen hasta el 31 de diciembre de 2007. Además, se incluye un "plan de choque" para reducir el empleo temporal, y limita a un periodo máximo de treinta meses el encadenamiento de contratos en un mismo trabajador. (Ampliación)
Durante su intervención tras la firma, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó de "histórico" el acuerdo, al que consideró como "el logro decisivo de la legislatura para el diálogo social y para el empleo". Además, elogió a los agentes sociales con los que el Ejecutivo ha logrado el pacto por su "actitud ejemplar y voluntad de compromiso con el país". Según el presidente, la reforma ayudará a obtener mejores resultados del "largo periodo de crecimiento" de la economía española.
"Este acuerdo no nace para responder a una situación de crisis, sino para prolongar y ampliar la buena situación de la economía española", subrayó Zapatero, quien interpretó el diálogo social como una "seña de identidad" del modelo que defiende su Gobierno. Además, indicó que la reducción del paro juvenil será uno de los objetivos prioritarios del Gobierno en los próximos años, así como el desempleo femenino, que pretende situar por debajo del 10% en 2007.
En nombre del Gobierno también intervino el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, que dijo que la reforma pactada con los agentes sociales "huye de recetas de laboratorio" y se constituye como un acuerdo "ambicioso y coherente", que dará resultados a corto y medio plazo.
Por el lado empresarial, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, se mostró algo menos optimista. "Hoy nos reunimos para mostrar que hemos hecho o intentado hacer los deberes, aunque se tratara de una asignatura nada fácil", ironizó el presidente de la patronal. Valoró positivamente el acuerdo pero aclaró que la reforma "no subsidiará" a las empresas, pues serán las cotizaciones sociales las que financiarán esta reforma y no los presupuestos estatales, como, según dijo, "sabe perfectamente el señor Solbes". Además, indicó que, aunque compartida, no es la reforma que habrían hecho los empresarios.