LD (EFE) El plan de ahorro del consorcio prevé una reducción de costes de 500 millones al año para 2005 y 2006, lo que "puede lograrse sin cerrar ninguna fábrica", sostiene Henderson, en declaraciones al semanario Der Spiegel. Sin embargo, no puede descartarse que "a largo plazo" vaya a haber cierres, prosigue Henderson. "Para la planificación de nuevos modelos tenemos que aclarar aún dónde hay que concentrar su producción. Pero esto no ocurrirá antes del 2008", afirma el jefe en Europa de General Motors.
La patronal y el comité de empresa se reunirán el lunes para abordar la puesta en práctica del plan de ahorro del consorcio, que contempla la reducción de 12.000 puestos de trabajo en once de sus plantas europeas. Alemania será el país más afectado, con 10.000 empleos menos a repartir principalmente entre las factorías Opel de Bochum y Rüsselsheim, mientras que prevén asimismo recortes en la fábrica española de Figueruelas y en Suecia.
La vicepresidenta de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), Ursula Engelen-Kefer, relaciona la decisión de General Motors de reducir su plantilla europea con el rechazo de Alemania a la Guerra contra Irak. "El enfado de Washington sobre la clara y acertada postura del gobierno alemán sin duda que no ha dejado de influir en la economía", apunta la sindicalista, en declaraciones al diario "Passauer Neue Presse".
Los trabajadores de Bochum paralizaron el viernes la producción de esa planta, con huelgas "salvajes", mientras el ministro de Economía, Wolfgang Clement, llamaba a la plantilla a volver al trabajo. El comité de empresa de esa fábrica se reunirá en las próximas para analizar la estrategia a seguir, aunque todo apunta a que la producción seguirá paralizada durante todo el fin de semana.
La patronal y el comité de empresa se reunirán el lunes para abordar la puesta en práctica del plan de ahorro del consorcio, que contempla la reducción de 12.000 puestos de trabajo en once de sus plantas europeas. Alemania será el país más afectado, con 10.000 empleos menos a repartir principalmente entre las factorías Opel de Bochum y Rüsselsheim, mientras que prevén asimismo recortes en la fábrica española de Figueruelas y en Suecia.
La vicepresidenta de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), Ursula Engelen-Kefer, relaciona la decisión de General Motors de reducir su plantilla europea con el rechazo de Alemania a la Guerra contra Irak. "El enfado de Washington sobre la clara y acertada postura del gobierno alemán sin duda que no ha dejado de influir en la economía", apunta la sindicalista, en declaraciones al diario "Passauer Neue Presse".
Los trabajadores de Bochum paralizaron el viernes la producción de esa planta, con huelgas "salvajes", mientras el ministro de Economía, Wolfgang Clement, llamaba a la plantilla a volver al trabajo. El comité de empresa de esa fábrica se reunirá en las próximas para analizar la estrategia a seguir, aunque todo apunta a que la producción seguirá paralizada durante todo el fin de semana.