LD (EFE) Wagoner ha señalado que el plan de cierres y despidos, que ahorrará 7.000 millones de dólares a la empresa a finales del 2006, es parte un programa de cuatro puntos para hacer de nuevo rentable la compañía, que en lo que va de año ha perdido casi 4.000 millones de dólares en Norteamérica.
El anuncio de este lunes representa 5.000 despidos más de los programados en junio de este año por la empresa y el cierre adicional de cinco factorías e instalaciones de servicios. En total, GM quiere que nueve plantas de montaje, estampado y motorizaciones, así como tres instalaciones de servicios y operaciones dejen de operar para 2008, lo que reducirá la capacidad de montaje de GM en Norteamérica en 1 millón de vehículos.
Las plantas de montaje afectadas son las de Oklahoma City, en Oklahoma (que dejará de producir en 2006); Lansing, en Michigan (mediados del 2006); Spring Hill, en Tennessee (finales del 2006); Doraville, en Georgia (2008); Oshawa Car Plant 2, en Canadá (2008), y Moraine, en Ohio (sin determinar).
"Las decisiones que anunciamos hoy han sido muy difíciles de tomar por su impacto en nuestros empleados y las comunidades en las que vivimos y trabajamos. Pero estas acciones son necesarias para que GM pueda ajustar sus costes de acuerdo a nuestros competidores globales", dijo Wagoner. "En resumen -añadió Wagoner-, son una parte esencial de nuestro plan para devolver, lo antes posible, nuestras operaciones en Norteamérica a la rentabilidad".
El presidente de GM indicó que espera lograr la mayor parte de la reducción de plantilla mediante bajas incentivadas y programas de jubilaciones anticipadas. También dijo confiar en alcanzar acuerdos con los sindicatos de la empresa "lo antes posible" para poner en marcha las reformas laborales. "Haremos lo posible para mitigar el impacto" del despido de miles de empleados, dijo Wagoner. "Nuestro objetivo colectivo sigue siendo el mismo: devolver la rentabilidad sostenida a nuestras operaciones en Norteamérica tan pronto como sea posible para asegurar un General Motors fuerte para el futuro", concluyó el directivo.
El anuncio de este lunes representa 5.000 despidos más de los programados en junio de este año por la empresa y el cierre adicional de cinco factorías e instalaciones de servicios. En total, GM quiere que nueve plantas de montaje, estampado y motorizaciones, así como tres instalaciones de servicios y operaciones dejen de operar para 2008, lo que reducirá la capacidad de montaje de GM en Norteamérica en 1 millón de vehículos.
Las plantas de montaje afectadas son las de Oklahoma City, en Oklahoma (que dejará de producir en 2006); Lansing, en Michigan (mediados del 2006); Spring Hill, en Tennessee (finales del 2006); Doraville, en Georgia (2008); Oshawa Car Plant 2, en Canadá (2008), y Moraine, en Ohio (sin determinar).
"Las decisiones que anunciamos hoy han sido muy difíciles de tomar por su impacto en nuestros empleados y las comunidades en las que vivimos y trabajamos. Pero estas acciones son necesarias para que GM pueda ajustar sus costes de acuerdo a nuestros competidores globales", dijo Wagoner. "En resumen -añadió Wagoner-, son una parte esencial de nuestro plan para devolver, lo antes posible, nuestras operaciones en Norteamérica a la rentabilidad".
El presidente de GM indicó que espera lograr la mayor parte de la reducción de plantilla mediante bajas incentivadas y programas de jubilaciones anticipadas. También dijo confiar en alcanzar acuerdos con los sindicatos de la empresa "lo antes posible" para poner en marcha las reformas laborales. "Haremos lo posible para mitigar el impacto" del despido de miles de empleados, dijo Wagoner. "Nuestro objetivo colectivo sigue siendo el mismo: devolver la rentabilidad sostenida a nuestras operaciones en Norteamérica tan pronto como sea posible para asegurar un General Motors fuerte para el futuro", concluyó el directivo.