(Libertad Digital) La economía española presenta una desaceleración económica “notablemente más acusada de lo previsto”, según la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Así, la institución rebaja su estimación sobre el crecimiento del PIB español del 2,6 por ciento anunciado en febrero al 2 por ciento para 2008. Como consecuencia, el paro ascenderá hasta el 9,5 por ciento interanual. Además, España presentará un déficit público del 1,2 por ciento en 2009.
Funcas reduce su previsión de crecimiento del PIB en 2008 en seis décimas, hasta el 2 por ciento, con una pérdida de impulso en todos los componentes de la demanda. Además, la creación de empleo disminuirá en 2008 a un 0,9 por ciento, frente al 3 por ciento logrado el pasado año. De este modo, España cerrará el presente ejercicio con una tasa de paro del 9,5 por ciento, frente al 8,6 por ciento registrado en el cuarto trimestre de 2007.
Según la entidad, “la tasa de ahorro privado aumentará ligeramente, debido a un efecto precaución ante la mayor incertidumbre económica y el incremento del desempleo”. Sin embargo, dicho aumento será “contrarrestado por un descenso del ahorro público, como consecuencia del efecto negativo del menor crecimiento económico sobre las cuentas del Estado y de las medidas fiscales anunciadas por el Gobierno”. Así, el “superávit público se recortará hasta un 0,6 por ciento del PIB (2,2 por ciento en 2007)”, indica el informe.
De este modo, el consumo de los hogares atenuará su ritmo de avance hasta el 2 por ciento, lo que supone 1,2 puntos porcentuales menos que en 2007. “El deterioro de las perspectivas económicas, el aumento del paro, los relativamente elevados tipos de interés y el encarecimiento de los productos básicos van a seguir repercutiendo negativamente sobre la evolución de esta variable”.
El sector inmobiliario es el más afectado
Funcas señala que el crecimiento previsto para la Formación Bruta de Capital Fijo se ha recortado hasta un 0,2 por ciento, frente a un 5,9 registrado en 2007. Todos los componentes de este agregado van “a sufrir una importante pérdida de dinamismo, especialmente la construcción residencial, que este año podría caer un 6,9 por ciento”, advierte.
“Sólo el gasto de las Administraciones Públicas va a mantener un ritmo de crecimiento similar al del pasado año”. El estudio indica que tanto “las exportaciones como las importaciones moderarán su ascenso, aunque las segundas en mayor medida que las primeras”.
Como resultado de este desajuste, “las ventas al exterior crecerán más que las compras, lo que permitirá que las aportaciones respectivas de la demanda nacional y exterior al crecimiento acentúen la tendencia al reequilibrio de los dos últimos años”, indica. Así, la contribución negativa del sector exterior se reducirá hasta -0,1 puntos porcentuales.
Como dato positivo, la productividad de la economía nacional se acelerará hasta el 1,1 por ciento. Pese a ello, “el avance de los Costes Laborales Unitarios se intensificará hasta el 3 por ciento, debido al mayor crecimiento de las remuneraciones por asalariado, que comienzan a reflejar los efectos de segunda ronda del aumento de la inflación”, según este organismo.
El PIB crecerá un 0,9 por ciento en 2009
Las tendencias anteriores se agudizarán en 2009, ya que el crecimiento del PIB se reducirá hasta el 0,9 por ciento, lo que supone un recorte de siete décimas con respecto a las anteriores previsiones”, añade Funcas.
La Formación Bruta de Capital en la construcción residencial mantendrá su pronunciada desaceleración. De hecho, “se desplomará un 14,6 por ciento”, indica el informe. Por el contrario, el sector no residencial se acelerará hasta el 6,7 por ciento, impulsado por la inversión pública (infraestructuras).
La inversión en bienes de equipo retrocederá un 1,6 por ciento, según estas mismas estimaciones. Por último, el deterioro del mercado de trabajo se agravará en 2009. Así, se producirá una destrucción de empleo del 0,3 por ciento, con lo que la tasa de desempleo se levará por encima del 11 por ciento.
Finalmente, “como consecuencia de la caída en el ritmo de actividad y en el
empleo, y de la intensificación del ritmo de inversión pública, el superávit de las
cuentas públicas se convertirá en un déficit del 1,2 por ciento del PIB”, concluye.