LD (Europa Press) Los bancos españoles no sólo están expuestos a las hipotecas que han concedido a los compradores de viviendas, sino también a los préstamos que han dado a miles de promotores inmobiliarios y constructores, lo que está convirtiendo estos préstamos en "deudas tóxicas", que supone la mayor amenaza para la salud del sistema bancario español, informa el "Financial Times".
"Los inspectores del Banco de España están estudiando ansiosamente en bancos y cajas los créditos de 50.000 pequeños promotores especulativos, así como de 15 de los grandes", apuntó el diario económico.
Asimismo, añade que la burbuja española de la vivienda residencial explotó el año pasado, paralizando a los constructores y dejando cerca de 1 millón de nuevas casas y pisos sin vender. "Ahora el mal se está extendiendo a la propiedad comercial y a las obras públicas", reitera.
Al final de junio, los créditos a los promotores de propiedades alcanzaban la cifra récord de 313.000 millones, cerca de 10 veces el nivel a comienzos de la década, mientras los préstamos a las compañías constructoras se situaba en los 156.000 millones, según el Banco de España.
El diario británico apunta a que el colapso de Martinsa Fadesa, uno de los mayores promotores del país, fue parcialmente responsable del surgimiento de una deuda problemática en los bancos de 9.000 millones en julio, y para agosto el total de las deudas problemáticas y dudosas en el sistema bancario alcanzaba los 46.000 millones, o el 2,5 por ciento de las deudas. Este ratio podría aumentar en hasta dos o tres veces este nivel, afirmaron los banqueros.
De cualquier manera, los prestamistas se están aplicando para evitar más
colapsos de compañías importantes. Tras el caso de Martinsa, han acordado complicados acuerdos de refinanciación para mantener con vida a constructores y promotores", señaló el rotativo.
La crisis convierte a los bancos en propietarios
Ante este panorama, Banesto dijo en julio que usaría sus sucursales para la venta de propiedades de Reyal Urbis como parte de una 'joint venture' dirigida a ayudar a mantener la compañía a flote. Otras entidades, incluyendo al Santander, han estado intercambiando deuda por activos inmobiliarios durante el año pasado, y algunos han canjeado deuda por títulos, recuerda el 'FT'.
"En la última crisis, las entidades de ahorro se hicieron con muchas casas, y aquello resultó ser el mejor negocio que habían hecho en sus vidas", dijo un funcionario español, según recoge el periódico. "Aunque aquel truco se pueda repetir, de cualquier manera, el estado del mercado de la propiedad podría hacer que los bancos tarden años en desprenderse de las casas que han financiado y que nunca se deberían haber construido", sentenció el rotativo.