L D (Agencias) José María Fidalgo dijo que "el diálogo social no está en peligro, pero sí lo está uno de los objetivos como es mejorar la calidad del empleo", y recordó que España es un país donde el 70 por ciento de los trabajadores de menos de 30 años tienen un contrato temporal.
Según dijo, el 50 por ciento de los contratos temporales están "en fraude de ley", de ahí que los sindicatos hayan planteado en la mesa la necesidad de que el Gobierno "refuerce" la Inspección de Trabajo. También dentro de las propuestas sindicales se encuentra la de limitar la cadena de contratos temporales, la intervención en los contratos de obra y servicio para evitar que se conviertan en "un contrato comodín", así como poner limitaciones a la cadena de contratas y subcontratas.
A todos estos puntos, se añade, dijo Fidalgo, el que la negociación colectiva recoja la obligatoriedad de un plan de igualdad, algo que ha levantado ampollas entre los empresarios. En este aspecto, afirmó que desde CC.OO. "no queremos reformas impuestas sino pactadas" y que hubiesen preferido que la Ley de Igualdad fuera pactada, aunque en estos momentos "no podemos desvirtuar el diálogo social como pozo en el que se cava sin parar y del que no sale agua".
Donde sí parecen que marchan mejor las negociaciones, según el secretario general de CC.OO., es en la mesa en la que se trabaja en la reforma del sistema de la Seguridad Social donde esta central ya ha planteado que no aprobarán un tercer acuerdo de concertación si no se va a la convergencia de regímenes y se integran en el General tanto los trabajadores del Régimen Especial Agrario como el de empleadas domésticas.
Según dijo, el 50 por ciento de los contratos temporales están "en fraude de ley", de ahí que los sindicatos hayan planteado en la mesa la necesidad de que el Gobierno "refuerce" la Inspección de Trabajo. También dentro de las propuestas sindicales se encuentra la de limitar la cadena de contratos temporales, la intervención en los contratos de obra y servicio para evitar que se conviertan en "un contrato comodín", así como poner limitaciones a la cadena de contratas y subcontratas.
A todos estos puntos, se añade, dijo Fidalgo, el que la negociación colectiva recoja la obligatoriedad de un plan de igualdad, algo que ha levantado ampollas entre los empresarios. En este aspecto, afirmó que desde CC.OO. "no queremos reformas impuestas sino pactadas" y que hubiesen preferido que la Ley de Igualdad fuera pactada, aunque en estos momentos "no podemos desvirtuar el diálogo social como pozo en el que se cava sin parar y del que no sale agua".
Donde sí parecen que marchan mejor las negociaciones, según el secretario general de CC.OO., es en la mesa en la que se trabaja en la reforma del sistema de la Seguridad Social donde esta central ya ha planteado que no aprobarán un tercer acuerdo de concertación si no se va a la convergencia de regímenes y se integran en el General tanto los trabajadores del Régimen Especial Agrario como el de empleadas domésticas.