El presidente de CatalunyaCaixa, Fernando Casado, ha comunicado a la Generalidad que dejará próximamente la presidencia de la entidad, hecho que notificó hace unas semanas.
Según publica este jueves La Vanguardia, Casado deja la presidencia al no haber conseguido la retribución a la que aspiraba, cerca de 600.000 euros anuales en diversos conceptos, cuando en este momento percibe por ocupar el cargo unos 200.000 euros.
Otras fuentes financieras señalan que Casado mantenía desde que llegó al cargo una serie de desencuentros con el director general, Adolf Todó, en especial porque se estaban dando por tomadas decisiones que el consejo de administración todavía no había aprobado, tales como la conversión de CatalunyaCaixa en un banco, en línea de lo que están haciendo muchas entidades de ahorro.
No es tanto que Casado se opusiera a la conversión, sino una cuestión de formas, ya que la entidad de ahorro remitió una nota a los trabajadores de la caja asumiendo la bancarización de la actividad y el propio Todó dio una entrevista a TV3 en que daba por decidida la cuestión, sin que el consejo de administración lo hubiese aprobado.
La entidad ha convocado una reunión del consejo ordinario el próximo 15 de febrero, según han señalado a Efe fuentes financieras, en el que presumiblemente se aprobará la conversión de CatalunyaCaixa en banco.
También pudiera ser que Casado aprovechase este consejo de administración para formalizar su marcha, sólo tres meses después de ser nombrado, pero este extremo no ha sido confirmado.
En todo caso, la marcha de Fernando Casado, que anteriormente había sido director general del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), deja en mala posición a los partidos políticos que pactaron su nombramiento -PSC y CiU- como persona de consenso para relevar a Narcís Serra tras la fusión de Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona para alumbrar la nueva CatalunyaCaixa.
Esta dimensión política se refleja también en que Casado comunicó su decisión a Presidencia de la Generalidad y no a la consejería de Economía, que encabeza Andreu Mas-Colell y que es la que, hasta que estas entidades desaparezcan, tiene la tutela formal de las cajas de ahorro.
La segunda consecuencia de la marcha de Casado es que se despeja que el actual director general, Adolf Todó, pueda acceder a la presidencia del banco que creará CatalunyaCaixa cuando traspase a una ficha bancaria la totalidad de su negocio financiero.