LD (EFE) El gobernador del Banco de España, hace algo más de un mes, advirtió que el endeudamiento de las familias en España era minoritario y un problema en el que "no deberíamos dramatizar". Esta vez, Fernández Ordoñez ha reconocido que se trata de un "riesgo a medio plazo". No obstante, en previsión de nuevas subidas de los tipos de interés, MAFO ha vuelto a restar importancia a este asunto y ha asegurado que las familias "tienen una importante riqueza patrimonial".
Además, aseguró que las subidas de tipos de interés "no sólo es útil para mantener la recuperación del área del euro con la estabilidad de los precios", sino que es también beneficiosa para España porque este "ligero" endurecimiento de las condiciones monetarias favorece que se contenga la demanda interna y "ayuda a reequilibrar la expansión". Al referirse a estos dos riesgos, el gobernador matizó que es mucho más importante el del diferencial de inflación, que sigue mermando la competitividad de la economía, que el endeudamiento de las familias, considera que para los próximos trimestres las perspectivas de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) son "relativamente saludables".
Añadió que al analizar en endeudamiento de las familias hay que recordar por una parte dicha solvencia patrimonial, aunque por la otra la "vulnerabilidad" que conlleva a veces la subida de tipos y el cambio en el pago de las rentas, algo que puede afectar especialmente en los segmentos de la población cuyo margen de maniobra "es limitado".
Miguel Ángel Fernández Ordóñez valoró en su intervención la importante bajada de inflación registrada en los tres últimos meses, ayudada por el descenso del precio del petróleo, que ha colocado la tasa en el 2,5 por ciento, y añadió que "sería altamente deseable" que esta desaceleración de los precios "se pudiera consolidar en los próximos meses".
No obstante, advirtió de que la mejora de la inflación subyacente -que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos- ha sido "muy limitada y se mantiene en tasas cercanas al 3 por ciento", y recordó que es aún elevado diferencial con la zona euro, especialmente en los precios de los servicios.
Por eso señaló que se debe aprovechar la "oportunidad inmejorable" que supone esta contención de la inflación para incorporarla "plenamente al proceso de formación de precios", lo que se traduciría en una moderación de las expectativas de aumento y tendría un "efecto permanente" sobre la inflación futura. De esta forma, añadió, también se estrecharía el diferencial de precios con la Unión Económica y Monetaria.
Fernández Ordóñez señaló en cualquier caso que el menor impacto que previsiblemente tendrá la revisión de los salarios en 2007, así como que la negociación salarial se hará cuando el IPC esté en tasas inferiores al 3 por ciento "deberían favorecer esa moderación" del diferencial de inflación. Esta mejora, añadió, supondría progresar en el reequilibrio entre demanda interna y externa.
Añadió que al analizar en endeudamiento de las familias hay que recordar por una parte dicha solvencia patrimonial, aunque por la otra la "vulnerabilidad" que conlleva a veces la subida de tipos y el cambio en el pago de las rentas, algo que puede afectar especialmente en los segmentos de la población cuyo margen de maniobra "es limitado".
Miguel Ángel Fernández Ordóñez valoró en su intervención la importante bajada de inflación registrada en los tres últimos meses, ayudada por el descenso del precio del petróleo, que ha colocado la tasa en el 2,5 por ciento, y añadió que "sería altamente deseable" que esta desaceleración de los precios "se pudiera consolidar en los próximos meses".
No obstante, advirtió de que la mejora de la inflación subyacente -que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos- ha sido "muy limitada y se mantiene en tasas cercanas al 3 por ciento", y recordó que es aún elevado diferencial con la zona euro, especialmente en los precios de los servicios.
Por eso señaló que se debe aprovechar la "oportunidad inmejorable" que supone esta contención de la inflación para incorporarla "plenamente al proceso de formación de precios", lo que se traduciría en una moderación de las expectativas de aumento y tendría un "efecto permanente" sobre la inflación futura. De esta forma, añadió, también se estrecharía el diferencial de precios con la Unión Económica y Monetaria.
Fernández Ordóñez señaló en cualquier caso que el menor impacto que previsiblemente tendrá la revisión de los salarios en 2007, así como que la negociación salarial se hará cuando el IPC esté en tasas inferiores al 3 por ciento "deberían favorecer esa moderación" del diferencial de inflación. Esta mejora, añadió, supondría progresar en el reequilibrio entre demanda interna y externa.