El acto ha contado con la participación de Manuel Pizarro, diputado del PP por Madrid; Juan Velarde, catedrático de Economía y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales; Roberto Centeno, catedrático de economía; Honorato López Isla, vicepresidente de Unión Fenosa; y Pedro Rivero, presidente de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA).
Manuel Pizarro ha apostado por una energía "con fuentes diversificadas y adecuadas, de calidad, a precio competitivo y respetuosa con el medio ambiente". "La vivienda y la automoción son responsables de la emisión de la mitad del CO2", ha explicado el diputado del PP, que, en referencia al cierre de Garoña, ha lamentado "perder los emplazamientos en los que estamos cuando la gente los admite pacíficamente".
El ex presidente de Endesa ha demandado además el consenso de los partidos políticos es este aspecto, ya que, a su juicio, "la política energética es de largo plazo y de estabilidad, y debería ser de Estado".
Juan Velarde ha afirmado que "la energía nuclear puede jugar el papel de una contribución fundamental a la seguridad en la oferta de electricidad, sin emisiones de CO2 y con un coste muy moderado". En este sentido, "si lo que se desea es reducir los costes y, en el caso de España, mejorar la competitividad, no hay más remedio que aceptarla", ha argumentado Velarde.
En su intervención, el Premio Príncipe de Asturias ha cargado contra la política de Rodríguez Zapatero. Por un lado, contra la venta de Endesa, que ha calificado de "error histórico y estratégico", y por otro, contra la apuesta del Gobierno socialista por la energía menos rentable: "España tiene en estos momentos un muy serio problema de competitividad internacional. Desde luego, una energía cara lo empeora, y eso significa entrar en una situación de depresión económica de la que no podríamos salir", ha concluido.
Roberto Centeno, por su parte, ha denunciado en su discurso la moratoria nuclear impulsada por el Gobierno socialista en 1984, "que paralizó cinco grandes centrales en construcción y que implicaría unas pérdidas económicas enormes, de unos 8.000 millones de euros".
Según Centeno, "de haberse concluido esas centrales, estarían produciendo hoy 40.000 millones de kilowatios año a un precio de 14 euros por megavatio, y esa energía ha tenido que ser sustituida por un ‘mix’ 90 por ciento gas 10 por ciento eólica con un coste medio de 75 euros el megavatio". "Hoy estaríamos generando el 63 por ciento de la generación total, prácticamente el mismo porcentaje que Francia", ha añadido.
El vicepresidente de Unión Fenosa, Honorato López Isla, ha defendido a su vez la energía nuclear, que "contribuye a la menor dependencia, estabiliza el coste y es la única que puede dar cabida a las renovables". "No se pueden enfrentar los distintos tipos de energía: tenemos que utilizarlas todas", ha añadido.
En su discurso, López Isla ha asegurado asimismo que España debe mejorar su eficiencia energética. "Si utilizáramos 8.000 millones de euros para aislamiento de edificios en vez de arreglar aceras ahorraríamos mucho", ha dicho en referencia al Plan E del Gobierno. Y es que, a su juicio, "los gobiernos no hacen política energética sino política con la energía".
En este contexto, Pedro Rivero ha demandado una política estable y predecible para el sector de la energía, que tiene una fuerte dependencia de la regulación: "La Unión Europea lo ha definido con claridad: los principios de seguridad jurídica resultan relevantes a efectos de inversión", ha explicado.
Rivero ha hecho hincapié en este aspecto y ha criticado la postura del Gobierno en el caso de Garoña: "No es concebible que se cuestione la decisión de los técnicos del CSN. En el extranjero están perplejos porque no se puede poner en cuestión a los órganos independientes", ha concluido el presidente de UNESA.