LD (EFE) También están en paro los maestros de la ciudad oriental de Santa Cruz, la mayor en población del país con un millón y medio de habitantes, y en huelga de hambre 75 trabajadores petroleros y familiares suyos en la andina Oruro.
Además, la ciudad central de Cochabamba, la cuarta en población, amaneció con la convocatoria a un paro ciudadano en apoyo a los trabajadores del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), aerolínea que está al borde del cierre de operaciones.
Morales, quien lideró las protestas sociales que paralizaron Bolivia en años pasados –y que derribaron a sus dos antecesores en la Presidencia-, afirma ahora que el actual alud de huelgas y protestas tiene motivaciones políticas y busca desestabilizar su gobierno.
En un acto político, en la noche del lunes, en Cochabamba, el presidente criticó a los dirigentes de los trabajadores de la salud, a quienes recordó que su gobierno les ha dado para 2006 un aumento del 7 por ciento, mayor al que recibieron en muchos años (le piden un 10 por ciento).
Acompañado por el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, en visita no anunciada a Bolivia, agregó que ese 7 por ciento no será negociado a pesar de las huelgas de estos días, porque el Estado no tiene recursos suficientes para un incremento mayor. Según Morales, las protestas son injustas porque ningún gobierno anterior ha creado, como el suyo, tantos puestos de trabajo nuevos en la salud y la educación.
El gobierno ha declarado ilegal la huelga de los empleados de la salud, que paralizó hoy los servicios en todos los hospitales públicos de Bolivia. "Algunos compañeros exageran" al pedir más salario y cargos, dijo también el presidente en otro acto a medianoche, esta vez con empresarios en La Paz, y agregó que los huelguistas "tratan de fregar (fastidiar) al gobierno".
Morales, quien sigue siendo presidente de las asociaciones de cultivadores de hoja de coca de la región tropical del Chapare, advirtió que va a defender "con firmeza" su gobierno, "el primero de campesinos". El alud de protestas sociales surge justo cuando el partido en el poder, el Movimiento al Socialismo (MAS), comienza su campaña para las elecciones del 2 de julio próximo, destinadas a conformar una Asamblea Constituyente.
Además, la ciudad central de Cochabamba, la cuarta en población, amaneció con la convocatoria a un paro ciudadano en apoyo a los trabajadores del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), aerolínea que está al borde del cierre de operaciones.
Morales, quien lideró las protestas sociales que paralizaron Bolivia en años pasados –y que derribaron a sus dos antecesores en la Presidencia-, afirma ahora que el actual alud de huelgas y protestas tiene motivaciones políticas y busca desestabilizar su gobierno.
En un acto político, en la noche del lunes, en Cochabamba, el presidente criticó a los dirigentes de los trabajadores de la salud, a quienes recordó que su gobierno les ha dado para 2006 un aumento del 7 por ciento, mayor al que recibieron en muchos años (le piden un 10 por ciento).
Acompañado por el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, en visita no anunciada a Bolivia, agregó que ese 7 por ciento no será negociado a pesar de las huelgas de estos días, porque el Estado no tiene recursos suficientes para un incremento mayor. Según Morales, las protestas son injustas porque ningún gobierno anterior ha creado, como el suyo, tantos puestos de trabajo nuevos en la salud y la educación.
El gobierno ha declarado ilegal la huelga de los empleados de la salud, que paralizó hoy los servicios en todos los hospitales públicos de Bolivia. "Algunos compañeros exageran" al pedir más salario y cargos, dijo también el presidente en otro acto a medianoche, esta vez con empresarios en La Paz, y agregó que los huelguistas "tratan de fregar (fastidiar) al gobierno".
Morales, quien sigue siendo presidente de las asociaciones de cultivadores de hoja de coca de la región tropical del Chapare, advirtió que va a defender "con firmeza" su gobierno, "el primero de campesinos". El alud de protestas sociales surge justo cuando el partido en el poder, el Movimiento al Socialismo (MAS), comienza su campaña para las elecciones del 2 de julio próximo, destinadas a conformar una Asamblea Constituyente.