Según informa el diario El País, esta revisión se debe a que el dato del déficit luso no contabiliza los gastos derivados de la nacionalización del Banco Portugués de Negocios y las aportaciones con dinero del Estado en las empresas de transporte público. Todo ello podría elevar el déficit hasta el 8,2% del PIB en 2010, incumpliendo así el objetivo fijado en su programa de consolidación impuesto por Bruselas.
Para buscar una solución al conflicto sobre las cuentas, Eurostat, la oficina estadística europea, está en conversaciones con su homólogo portugués por la exclusión de estas cuantías en el resultado final.