LD (Agencias) El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, ha asegurado que Bruselas está dispuesta además a rebajar en casi 100.000 millones de euros el límite máximo de sus subvenciones agrícolas. De este modo, los aranceles se recortarán al menos un 54%, aunque el promedio podría alcanzar el 60%.
La UE espera con este anuncio enviar una señal a los países emergentes como Brasil, México o la India, que sólo están dispuestos a hablar de la reducción de sus aranceles para productos industriales y servicios después de que las naciones ricas acepten recortes en sus aranceles y subsidios agrícolas.
Mandelson ha señalado que la UE eliminará totalmente sus excedentes de exportación agrícola en caso de llegar a un acuerdo. Y en el caso de productos no agrícolas, Europa reducirá los aranceles por valor de un billón de euros "sin excepciones ni subterfugios".
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, ha reclamado a los países desarrollados que asuman su responsabilidad en la reforma del comercio internacional.
"Esta es una reunión crucial, donde particularmente los principales socios comerciales tienen la gran responsabilidad para que esta reunión sea un éxito. El respeto a los principios y a los mandatos de Doha hará posible que los resultados de esta Ronda sean equitativos", ha dicho Taiana.
Las barreras distorsionan el mercado
En tanto, el ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Marco Vinicio Ruiz, se ha mostrado esperanzado de que los países desarrollados flexibilicen posiciones y dijo que su país postulará la máxima eliminación de los subisidios agrícolas. En su opinión, los subsidios a la agricultura provocan distorsiones al comercio y le restan competitividad a los productores de los países subdesarrollados.
Sin embargo, el ministro de Industrias Ligeras y Comercio de Venezuela, William Contreras, se ha mostralado receloso y duda de que los países desarrollados cumplan sus promesas.
Desbloquear las negociaciones
Los 153 países de la OMC intentarán hasta finales de esta semana desbloquear las negociaciones iniciadas en 2001, estancadas por los subsidios agrícolas de la Unión Europea y Estados Unidos y los aranceles industriales de los mercados emergentes.
El objetivo de la Ronda de Doha es beneficiar a los países en desarrollo facilitando la colocación de sus productos en el mercado mundial. Mientras los líderes emergentes como Brasil, la India o China reclaman a las naciones desarrolladas la eliminación de subvenciones agrícolas, éstas exigen un mejor acceso para sus productos industriales de alto valor agregado.