Las razones de este rechazo es que la estructura del sistema financiero es diferente a un lado y otro del Atlántico y porque el problema de la banca europea es la interconectividad y no su tamaño ni su tipo de actividad.
En todo caso, la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, que actuó como presidenta de turno del Ecofin, explicó que el plan de Obama, así como otras propuestas de reforma del sistema financiero, se examinarán en detalle en la reunión informal de ministros de Economía que se celebrará en Madrid en abril.
"Es momento de evaluar los pros y contras de cada una de ellas y de ver si alguna de ellas es útil para garantizar la estabilidad de nuestro sistema financiero y para proteger los intereses de los contribuyentes", apuntó.
Por su parte, el nuevo comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, consideró "muy importante" que tanto en EEUU como en la UE exista "el mismo voluntarismo" y "la misma determinación" para poner en marcha las reformas del sistema financiero decididas por el G-20.
Pero al margen de esta coincidencia, expresó sus reservas respecto al plan Obama. "No creo que se pueda, sin tomar precauciones o sin examinar las cosas muy de cerca trasponer o duplicar las ideas o los proyectos de reforma indicados por el presidente Obama en el continente europeo", dijo.
"No tenemos las mismas estructuras de sistemas bancarios a un lado y otro del Atlántico. No diré hoy que lo que se ha hecho en EEUU puede reproducirse exactamente en los mismos términos en Europa", resaltó Barnier.
"En el continente europeo hay más problemas relacionados con la interconectividad entre los bancos que con la cuestión del tipo de actividad o del tamaño de los bancos", explicó el comisario de Mercado Interior. En todo caso, se mostró dispuesto a estudiar las propuestas estadounidenses y anunció un próximo viaje a Washington y Nueva York para hablar con los responsables de la administración norteamericana.
Reglas de mercado interior
Los ministros de Economía consideran que el plan de Obama -la denominada regla Volcker, en referencia a su inspirador, el ex presidente de la Reserva Federal de EEUU Paul Volcker- puede ser bueno para Estados Unidos pero no se adapta a la Unión Europea, donde la mayoría de las grandes entidades combinan las actividades de banca minorista y banca de inversión.
A juicio de los europeos, separar estrictamente estas actividades no serviría para reducir los riesgos sino que los concentraría en los bancos de inversión, según explicaron fuentes diplomáticas. Las fuentes consultadas pusieron como ejemplo el agujero provocado el año pasado en el banco francés Société Générale por el operador Jérôme Kerviel, que pudo ser absorbido gracias a las actividades de banca minorista de la entidad.
"Los Estados miembros han expresado su preocupación por el hecho de que la aplicación de la regla Volcker en la UE pueda no ser compatible con los principios vigentes del mercado interior y de banca universal", señala el documento de trabajo que sirvió de base a la discusión de los 27.
Para los ministros de Economía de la UE, lo importante no es limitar la talla de los bancos sino su nivel de exposición a actividades de riesgo. En este sentido, la UE sí respalda las propuestas de Obama para restringir las actividades de riesgo de las entidades con sus fondos propios.