L D (EFE) Fuentes de la OMC informaron de que las dos partes se reunieron este lunes en Ginebra e hicieron patentes sus desacuerdos y su incapacidad para llegar a una solución negociada sobre las supuestas ayudas públicas que cada uno de ellos concede a Airbus y Boeing. Ambas partes anunciaron ya a principios de junio que cada una pediría a la OMC que su Organo de Resolución de Disputas interviniese en esta confrontación, que puede convertirse en la mayor disputa comercial de la historia del organismo multilateral de comercio.
La Unión Europea se basa en los subsidios concedidos a "virtualmente todos los programas de Boeing" y en particular a "las ayudas sin precedente" del Estado de Washington -donde se encuentra la factoría de Boeing de Seattle- destinadas al nuevo programa 787 de Boeing. De acuerdo con la UE, estas ayudas ascienden a 7.000 millones de dólares (5.770 millones de euros) y se canalizaron a través de exenciones fiscales, infraestructuras y otros subsidios laborales. Desde 1992, y según las cifras que aporta la UE, Boeing se ha beneficiado en total de 30.000 millones de dólares (24.740 millones de euros) en ayudas.
Al otro lado del Atlántico, Washington cifra en 3.200 millones de dólares (unos 2.640 millones de euros) las ayudas directas que ha recibido el grupo europeo sólo para el desarrollo del proyecto del A380, el avión de pasajeros más grande del mundo, que se eleva a 6.500 millones (5.360 millones de euros) si se contabilizan además las ayudas indirectas. La administración Bush añade a su queja la aprobación por la Unión de un nuevo paquete de ayudas, por un importe de 1.700 millones de dólares (unos 1.400 millones de euros) para el lanzamiento del A350.
El proceso pasará ahora por el trámite del arbitraje de un comité de expertos, que tardará al menos 9 meses en emitir su laudo, y que puede ser apelado. Tras esa apelación, el país condenado tendrá que respetar la decisión en un plazo “razonable", que también se negocia.