Para volver a la tasa de actividad que había en el último trimestre de 2007, antes de que se hicieran sentir los efectos de la crisis, España debería aumentar en 10,7 puntos su porcentaje de empleo, según el informe sobre el mercado de trabajo presentado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. En el caso de la UE y de la OCDE, bastaría con que el incremento fuera de 2,7 puntos, mientras en la zona euro serían necesarios 3,1 puntos suplementarios.
Sólo en Irlanda, de los 30 miembros de la organización, sería necesario un aumento superior al de España (19,8 puntos más), y el tercero en la lista es Grecia (7,1 puntos), seguido de Islandia (7), Estados Unidos (5,5 puntos), Dinamarca (4,7), Suecia (4,2) y Portugal (4).
España ha sido, con diferencia, el Estado donde el porcentaje de paro más se ha agravado entre el último trimestre de 2007 y marzo de 2010 (más de 10 puntos, hasta más del 19%), y detrás se sitúa Irlanda (ocho puntos, hasta el 13%), mientras la media en la OCDE ha sido de 2,9 puntos (hasta el 8,7%).
Los autores del estudio "Perspectivas del empleo 2010" constatan que la incidencia de la recesión ha sido sólo uno de los factores que explican las diferencias en el deterioro del mercado de trabajo entre los países de la organización. España y Estados Unidos se encuentran en el grupo de aquellos en los que con un impacto "medio" en el retroceso del Producto Interior Bruto (PIB), entre 3 y 7 puntos, han sufrido un incremento del paro elevado, de más de 3,5 puntos.
Países con un nivel de recesión equivalente como Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Corea del Sur, Holanda y Eslovaquia, han conseguido limitar el ascenso del desempleo a menos de 1,5 puntos. Las razones son varias, pero una de las principales es que en el primer grupo "la explosión y luego el hundimiento del mercado inmobiliario han contribuido ampliamente a la recesión", mientras en el segundo los acuerdos para reducir el número de horas trabajadas permitió limitar que muchos trabajadores perdieran su empleo.
Uno de los pocos elementos alentadores del mercado laboral español es la mejora de la productividad por asalariado durante la crisis (algo más del 4%), mientras disminuía en casi todos los demás países miembros, a excepción de Austria (+1%). En Polonia y Estados Unidos se mantuvo prácticamente estancada.