The Euro Monitor es un estudio que elaboran desde hace cinco años Allianz y The Lisbon Council, uno de los think tanks mejor situados en Bruselas (de hecho, Jesús Caldera, que dirige la Fundación Ideas del PSOE es uno de los miembros de su consejo asesor). Su intención es evaluar "la extensión con la que los países de la eurozona están creciendo y contribuyendo a su desarrollo estable y a su crecimiento".
España nunca ha estado muy bien clasificada, puesto que comenzó en 2005 en el puesto 12º, pero este año ha batido su récord. De los 16 países analizados, está clasificado en el puesto 14, con 4.0 puntos sobre diez. Sólo tiene por detrás a Irlanda o Grecia, algo que implica una situación novedosa, puesto que Portugal, que tradicionalmente se ha movido en los dos últimos puestos, ha superado a España; es un hecho anecdótico (gana por una décima, de 4.1 a 4.0 puntos), pero con significado simbólico.
De todos los índices que se miden en este trabajo (sostenibilidad fiscal, competitividad, demanda doméstica, productividad, deuda externa,...), es el que hace referencia al marco laboral el que condena a la economía española. En una lista que mide el nivel de paro, la productividad y la eficiencia de los recursos, España es el peor país de la eurozona, con 3,5 puntos (frente a los 4,3 del siguiente clasificado).
En el capítulo de las recetas, el informe pide que se aplique con más contundencia el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, cuyo incumplimiento en los últimos años ha provocado "una aberración fiscal" que no debe ser vista de nuevo. Además, en el capítulo de la deuda pública, los autores alertan de que España y Portugal están "sólo marginalmente mejor" que Grecia e irlanda, y piden un nuevo empujón que les saque del "grupo de cola".