(Libertad Digital) La ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, afirma haber "luchado hasta el límite" para evitar que salieran adelante las reformas del aceite de oliva, algodón y tabaco aprobadas por los Quince. Sin embargo, a pesar del rechazo de España, Dinamarca y Suecia, los recortes han sido aprobados por mayoría cualificada.
La experiencia negociadora del ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y su sintonía con el comisario de Agricultura, Frank Fischler, no han obtenido continuidad, al menos en esta ocasión, con la que fuera responsable del puerto de Vigo, su sustituta la socialista, Elena Espinosa.
Según afirman los observadores de la agencia Efe, durante toda la negociación España, Francia, Italia, Grecia y Portugal habían rechazado las propuestas de Fishler. Sin embargo, en el último momento, el comisario deshizo el grupo de países mediterráneos y comenzó a negociar las reformas a tres bandas: ayudas a las nuevas plantaciones de olivos en Francia y Portugal; un periodo transitorio en las primas de tabaco que gustaba a Italia y un aumento de la superficie algodonera griega con derecho a ayudas. De esta forma, Fischler consiguió que todos estos países aceptaran las reformas.
España rechaza 20 millones de euros adicionales para el aceite de oliva
En virtud de las reformas aprobadas, la UE introduce un nuevo sistema de ayudas por superficie, basadas en referencias históricas, que se concederán a los agricultores independientemente de que produzcan o no. En el caso del aceite de oliva, un 60 por ciento de las ayudas se convertirán en un pago único desvinculado de la cosecha, mientras que el 40 por ciento restante será repartido con criterios medioambientales.
España solicitaba 119 millones de euros adicionales al año para sus olivareros, mientras que el comisario Fischler ofreció a la delegación española 20 millones. La ministra Elena Espinosa consideró que era una "moneda de cambio" y estimó que lo más "honrado" era rechazar la oferta. De esta forma, España se quedó sin ningún tipo de ayudas adicionales.
Para la producción de tabaco durante 2006 y 2010, un 60 por ciento de las subvenciones permanecerá ligado a la obligación de producir y el 40 por ciento restante se convertirá en el pago único desvinculado de la cosecha. Después de 2010, un 50 por ciento de los apoyos al tabaco se transformará en la ayuda única independiente de la producción y el 50 por ciento restante se transferirá a medidas para la reestructuración del sector. En este caso, la delegación española si aceptó recibir los 117 millones de euros adicionales propuestos por Bruselas.
La UE aprobó también que un 65 por ciento de las actuales subvenciones al algodón se pague independientemente de que el agricultor produzca. En este asunto, España solicitaba que sólo el 20 por ciento de la ayuda estuviera ligada a la extensión del cultivo.
La negociación de la nueva ministra ha recibido críticas de todos los sectores implicados y todas de las asociaciones agrarias. Para el secretario general adjunto del PP, Ángel Acebes, esta negociación ha supuesto un "fracaso estrepitoso" y desmiente "de manera absolutamente clara y radical aquello que decía el señor Zapatero de que todo lo bueno para Europa es también bueno para Españ