La aseguradora estadounidense fue el blanco de duras críticas hace dos meses cuando se conoció que el año pasado había pagado millones de dólares a sus ejecutivos de la filial de productos financieros en concepto de primas, muchos de los cuales las devolvieron más tarde ante el malestar e indignación de la Casa Blanca y del Congreso.
En su respuesta a Cummings, recibida la semana pasada, AIG precisa que los casi 4.000 trabajadores de su unidad de seguros de propiedades y accidentes recibieron el año pasado una media de 5.403 dólares en concepto de bonificaciones, mientras que los 2.000 empleados de la unidad de gestión de activos se embolsaron primas por 51.026 dólares. En total afirma que se trata de 454 millones de dólares.
"Me quedé impresionado cuando vi que los números se han cuadriplicado", afirma el congresista. Hace dos meses la compañía había asegurado que destinó 160 millones de dólares para pagar las bonificaciones y ahora habla de 454 millones. "Simplemente no puede entender cómo esta empresa sigue minando la confianza de la gente", añadió.
La compañía explicó este martes que la cifra que se dio a conocer hace dos meses contemplaba sólo las bonificaciones recibidas por los ejecutivos de las oficinas centrales corporativas, mientras que en la respuesta al congresista están recogidas las primas recibidas por los ejecutivos y empleados de la empresa en todo el mundo.
El portavoz de AIG, Nick Ashooh, precisó que en estos momentos mantiene una ronda de "consultas" con las autoridades, tanto del Departamento del Tesoro como de la Reserva Federal (Fed), para elaborar el plan de primas y bonificaciones para sus empleados correspondientes al año 2009.