El consejo de administración de Endesa estaba previsto para el martes a las 17.00 horas, tras más de tres meses sin reunirse. Pero unos minutos antes de la hora, Enel y Acciona, los dos accionistas de control, cancelaron el encuentro al protagonizar la última y enésima tangana en el seno de la eléctrica, según informa El Mundo.
Los abogados y bancos de negocios de los dos accionistas intentaron por todos los medios cerrar un principio de acuerdo para que Enel se quede con el 25% que Acciona posee en Endesa. Pero de nuevo pesaron más los desencuentros. Ambos accionistas tienen claro que Enel pagará unos 11.000 millones a Acciona por su 25%, de los que 8.000 millones serán en efectivo (1.300 provendrán del dividendo extra previsto para Acciona) y 3.000 millones en activos de energías renovables y algunas centrales hidráulicas.
En esta partida en la que no se ponen de acuerdo, ya que Acciona quiere que los activos se valoren a precios de crisis y Enel, a precios de hace un año. El toma y daca para decidir qué activos irán en esta partida vuelve a distanciar a los dos accionistas, que no descartan anunciar un acuerdo en los próximos días.
Lo que es inevitable es que se vean las caras la semana que viene, cuando vence el plazo para que la compañía reúna a su consejo y apruebe las cuentas correspondientes a 2008. Algunas fuentes consideran que Enel y Acciona quieren presentar su acuerdo antes de esa fecha, para que el consejo pueda aprobar no sólo las cuentas sino también el dividendo, tanto el ordinario como el extraordinario.
Este último será de 4.500 millones de euros tras la venta de los activos al grupo alemán E.ON.