LD (EFE) Según el acuerdo definitivo de la operación, los accionistas de Sovereign recibirán 0,2924 American Depository Shares (ADS) de Santander por cada acción ordinaria de Sovereign que posean (o 1 acción de Santander por cada 3,42 acciones de Sovereign).
La operación tiene un valor agregado de aproximadamente 1.900 millones de dólares (1.400 millones de euros), o 3,81 dólares por acción, de acuerdo con el precio de cierre de la ADS de Santander del viernes pasado.
El Santander convocará una Junta Extraordinaria de Accionistas para que apruebe una ampliación de capital de, aproximadamente, 147 millones de nuevas acciones o el 2 por ciento del capital de Santander, mientras espera que el acuerdo se cierre en el primer trimestre de 2009.
El Santander destaca a través de una nota de prensa que la operación "cumple con los criterios de adquisiciones, tanto estratégicamente, mejorando de forma significativa la diversificación geográfica del Grupo, como económicamente", con unos beneficios netos proyectados para Sovereign de 750 millones de dólares, en 2011.
El consejero ejecutivo de Banco Santander, Juan Rodríguez Inciarte, señaló que esta adquisición "representa una excelente oportunidad para Santander y para Sovereign" y aseguró que el banco español conoce a la entidad "muy bien". Además, valora que "es una franquicia de banca comercial fuerte en una de las regiones de Estados Unidos más prósperas y productivas con un potencial de crecimiento alto y que diversificará geográficamente aún más a Banco Santander".
Por su parte, el presidente de la Comisión de Capital y Financiación del Consejo de Administración de Sovereign, Ralph Whitworth, señaló que "dada la incertidumbre sin precedentes en el actual entorno de mercado y los retos a los que se enfrenta Sovereign, creemos que ésta es la operación adecuada y en el momento adecuado". "Consideramos nuestras opciones y esta transacción muy cuidadosamente y creemos que ofrece estabilidad y potencial de crecimiento para Sovereign, sus accionistas, clientes, empleados y otras partes interesadas", añadió Whitworth.
Aún debe ser aprobada por organismos reguladores y accionistas
La compra está supeditada a las condiciones de cierre habituales, como las aprobaciones regulatorias bancarias necesarias en los Estados Unidos y España, y la aprobación de los accionistas de ambas firmas.
Relational Investors, LLC acordó votar a favor de la operación con su 8,9 por ciento de acciones del Sovereign, mientras que todos los consejeros que no pertenecen a Santander han acordado votar con sus acciones a favor de la operación.
Según la nota, el banco presidido por Emilio Botín posee actualmente el 24,35 por ciento de las acciones ordinarias en circulación de Sovereign, a la vez que recuerda que la Comisión de Capital y Financiación de la entidad estadounidense, compuesta por consejeros independientes, pidió a Santander que considerara la compra del 75,65 por ciento que aún no poseía y la recomendó al consejo del banco.
El acuerdo definitivo de la operación fue aprobado unánimemente por los consejeros de Sovereign que no pertenecen a Santander y por la Comisión Ejecutiva de Santander.
S&P cree que la compra no conlleva riesgo
La agencia internacional de medición de riesgo Standard & Poor's (S&P) mantuvo invariable la calificación crediticia del Banco Santander tras anunciar la compra de la parte que aún no poseía en el estadounidense Sovereign, el 75,65 por ciento del capital.
En un comunicado divulgado desde su sede en Londres, S&P dijo que las calificaciones continuaban siendo "AA" y "A-1+", con perspectiva estable.
La nueva adquisición, por 1.900 millones de dólares (unos 1.400 millones de euros), "proporcionará al Santander una buena entrada" en unos pocos estados del este de EEUU, subrayó la agencia. Además, "su tamaño e impacto en el capital será relativamente pequeño para el Santander", añadió.
El banco presidido por Emilio Botín, el mayor banco por activos en España y unos de los diez primeros del mundo, adquirió, en los últimos tres años, más del 24 por ciento del banco estadounidense.Esta circunstancia, a juicio de S&P, limita los riesgos porque "el Santander ya tiene un buen conocimiento del banco estadounidense".