En el informe de recomendaciones del Pacto de Toledo se rechaza expresamente la iniciativa del Gobierno sobre la edad de jubilación. "Nadie puede pensar que mi grupo no defendemos las posiciones del Gobierno", se justificaba la portavoz socialista en la citada comisión Isabel López i Chamosa. "Creemos que la edad legal de jubilación debería alargarse a los 67 años pero ponemos en valor por encima de todo en alcanzar un consenso aquí en el Pacto de Toledo".
El Pacto de Toledo ha decido dejar fuera de su informe de recomendaciones la edad de jubilación. Sí que han incluido, por acuerdo de los grupos mayoritarios, la necesidad de ampliar el periodo de cómputo de las prestaciones. Sin embargo, la enjundia del texto reside en que en las 21 recomendaciones, incluyen, por escrito, el desacuerdo de todos los grupos parlamentarios sobre la voluntad de elevar la edad de jubilación. Desacuerdo de todos, también del PSOE. Los socialistas también han dado el visto bueno a rechazar la congelación de las pensiones contributivas en 2011.
Y es que el informe ha salido adelante con los votos de todos los grupos salvo la izquierda minoritaria en el Congreso. 36 votos a favor de PSOE, PP, CIU y PNV; y 2 votos en contra de ERC-IU-ICV y BNG. Ninguna abstención. "Nadie puede pensar que mi grupo y los compañeros que estamos en esta comisión no defendemos las posiciones del Gobierno". Así se justificaba la portavoz del PSOE en el Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa. "Defendemos las posiciones del Gobierno. Creemos que la edad legal de jubilación debería alargarse a los 67 años, pero ponemos en valor por encima de todo en alcanzar un consenso aquí en el Pacto de Toledo, en mantener este consenso".
El texto de la comisión será ahora debatido en el Pleno del Congreso previsiblemente el próximo 25 o 26 de enero, puesto que tres días más tarde es la fecha tope señalada por el Gobierno para aprobar la reforma del sistema de pensiones: el Consejo de Ministros del viernes 28 de enero.
Ninguneo parlamentario
Donde sí que ha habido quórum es en la regañina de todos los grupos por ser la primera vez que el Ejecutivo incumple las recomendaciones del Pacto de Toledo, en este caso, por la edad de jubilación. Indignados se han mostrado la mayoría de los portavoces parlamentarios por este "ninguneo" al Parlamento. Hasta tal punto, que todos han querido agradecer y reivindicar el trabajo de la comisión, y algunos como Gaspar Llamazares han llegado a hacer "una reivindicación de la política y del Parlamento", advirtiendo de que "la decisión del Gobierno de imponer un recorte sobre el sistema público de pensiones" lleva a la conclusión de que el "Pacto de Toledo es anacrónico y sonamos bastante anacrónicos". Le seguía su compañero de grupo, Joan Tardá, de ERC, que consideró una perversión que el Gobierno legisle al margen de las recomendaciones aprobadas porque "atenta contra la dignidad del trabajo parlamentario", aunque confió en que la movilización ciudadana en contra de la reforma "sea atendida por el Gobierno".
Desde el PP, su portavoz Tomás Burgos, ha criticado la "insana pretensión" de desacreditar el trabajo de esta comisión, "rara avis" dentro de la política española que cree que merece especial protección. Burgos manifestó su disconformidad con las formas a las que ha estado sometida la comisión, que ha trabajado "con un vértigo procedimental que ha estado a punto de echar por tierra el acuerdo".
A este respecto, el portavoz del PNV, Emilio Olabarria, dijo tener la impresión de que el Gobierno tomará las recomendaciones "a beneficio de inventario", porque entiende que ya debe tener redactado el proyecto de ley con la reforma de las pensiones. También destacó que ésta será la primera vez que el Ejecutivo no cumpla una de las recomendaciones de la comisión del Pacto de Toledo, que está en contra de la congelación de las pensiones contributivas en 2011.
El Pacto de Toledo, ¿dogma de fe?
Precisamente el enfado de los parlamentarios por este ninguneo a su labor ha derivado en un discurso religioso que iniciaba el portavoz popular Tomás Burgos: "la soberbia, ya lo decía San Agustín, no es grandeza sino hinchazón, y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano". Le seguía el hilo el republicano Joan Tardá: "todo es sus susceptible de empeorar, con lo cual ¡Dios nos coja confesados!, dicho con toda la ligereza de un laico y republicano, pero si Dios lo arreglara, pues bienvenido Dios, pero creo que ni siquiera él puede arreglarlo". Despertaba las risas de los presentes. El PNV también buscaba su fe parlamentaria en boca de Emilio Olabarría. "Tras estas disquisiciones teológicas del señor Tardá...", y se refería también portavoz popular sobre el descrédito recibido por la comisión en los últimos meses y en "múltiples foros". "Decía también San Agustín "Si me miro a mí mismo no soy nada. Si me comparo, la cosa cambia". Desde esa perspectiva queda dicho ¿eh?", se reía Olabarría al son de la sala.
Tono más positivo de CIU
Lo que también ha llamado la atención ha sido el tono más positivo del portavoz de CiU, Carles Campuzano, que destacó que la aprobación de las recomendaciones del Pacto de Toledo supone lanzar a la ciudadanía el mensaje de que los grupos políticos apuestan por dar estabilidad y seguridad a los pensionistas de hoy y del futuro. Campuzano criticó la posición de la izquierda, porque cree que niega la necesidad de reformas, lo que supone una "enorme irresponsabilidad", al tiempo que subrayó que el documento aprobado hoy tiene una mayoría contundente que obliga al Gobierno a no actuar al margen del Pacto.