L D (Europa Press) En un comunicado, la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, hizo una valoración positiva, como no podía ser de otra manera, de la cumbre del G-20 celebrada en Washington. Pero los mayores elogios fueron para Zapatero, del que dijo que consiguió que "la voz" de España haya sido "escuchada y valorada en el tablero mundial".
La responsable socialista de Política Internacional hizo hincapié en "el papel que ha jugado y está llamado a jugar España, que en un momento crucial de la historia ha conseguido que su voz sea valorada y consideraba como una de las voces importantes del futuro". Por este motivo, calificó de "excelente" la gestión de Zapatero, así como su aportación, dijo, a la cumbre sin entrar en detalles.
En líneas generales, Valenciano subrayó que "las grandes potencias no han defraudado al resto del mundo", al haber alcanzado "un consenso sólido para atajar la crisis" con la ayuda de instrumentos como "el diálogo, la concertación, la coordinación y la voluntad política".
Respecto al papel de la Unión Europea, la responsable socialista indicó que la UE se ha mostrado "por fin" como "un actor político, y no sólo económico, relevante". Asimismo, no quiso olvidar el protagonismo de los países emergentes a los que consideró "actores fundamentales" en el panorama internacional.
La valoración de UGT
Mientras, UGT valoró también de forma "positiva" la cumbre pero insistió en la necesidad de que haya una segunda etapa que permita que las conclusiones acordadas sean "determinantes". En declaraciones a Europa Press Televisión, el secretario de Política Internacional de UGT, Manuel Bonmati, señaló que las posteriores ediciones de esta cumbre deben estar orientadas al fin de "la piratería que existe por parte de determinados sectores financieros y económicos del mundo", para que la globalización esté "al servicio de los ciudadanos y del empleo".
En este sentido, aseguró que, con las decisiones que se han tomado en Washington, "esto es posible", pero reiteró que la segunda fase es necesaria, porque "todavía el trabajo no ha concluido". "Si no es así, la reunión del G-20 no habrá servido para nada y dentro de 15 años tendremos otra crisis como ésta", explicó.
En cuanto a las medidas acordadas, Bonmati destacó la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el acuerdo sobre el comercio mundial, decisión que "llevaba bloqueada desde hace 25 años".
Finalmente, destacó los acuerdos que se han tomado en relación con la cooperación internacional, porque lo que los países ricos dedican este asunto en un año "es sólo un 10 por ciento de lo que en 15 días han invertido los bancos centrales en el sistema financiero internacional".
La responsable socialista de Política Internacional hizo hincapié en "el papel que ha jugado y está llamado a jugar España, que en un momento crucial de la historia ha conseguido que su voz sea valorada y consideraba como una de las voces importantes del futuro". Por este motivo, calificó de "excelente" la gestión de Zapatero, así como su aportación, dijo, a la cumbre sin entrar en detalles.
En líneas generales, Valenciano subrayó que "las grandes potencias no han defraudado al resto del mundo", al haber alcanzado "un consenso sólido para atajar la crisis" con la ayuda de instrumentos como "el diálogo, la concertación, la coordinación y la voluntad política".
Respecto al papel de la Unión Europea, la responsable socialista indicó que la UE se ha mostrado "por fin" como "un actor político, y no sólo económico, relevante". Asimismo, no quiso olvidar el protagonismo de los países emergentes a los que consideró "actores fundamentales" en el panorama internacional.
La valoración de UGT
Mientras, UGT valoró también de forma "positiva" la cumbre pero insistió en la necesidad de que haya una segunda etapa que permita que las conclusiones acordadas sean "determinantes". En declaraciones a Europa Press Televisión, el secretario de Política Internacional de UGT, Manuel Bonmati, señaló que las posteriores ediciones de esta cumbre deben estar orientadas al fin de "la piratería que existe por parte de determinados sectores financieros y económicos del mundo", para que la globalización esté "al servicio de los ciudadanos y del empleo".
En este sentido, aseguró que, con las decisiones que se han tomado en Washington, "esto es posible", pero reiteró que la segunda fase es necesaria, porque "todavía el trabajo no ha concluido". "Si no es así, la reunión del G-20 no habrá servido para nada y dentro de 15 años tendremos otra crisis como ésta", explicó.
En cuanto a las medidas acordadas, Bonmati destacó la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el acuerdo sobre el comercio mundial, decisión que "llevaba bloqueada desde hace 25 años".
Finalmente, destacó los acuerdos que se han tomado en relación con la cooperación internacional, porque lo que los países ricos dedican este asunto en un año "es sólo un 10 por ciento de lo que en 15 días han invertido los bancos centrales en el sistema financiero internacional".