LD (Agencias) El profesor también ha asegurado que la descentralización de la Agencia Tributaria provocará un aumento del fraude al reducirse la eficiencia. El economista José Barea apostó por la introducción de criterios de mercado en la sanidad "para eliminar las ineficiencias que se generan cuando la producción de un bien privado se traspasa a la esfera del sector público".
El que fuera director de la Oficina Presupuestaria de la Presidencia del Gobierno durante la primera legislatura de José María Aznar aclaró que no se trata de crear una sanidad privada "financiada vía precio" sino de que, permaneciendo la provisión pública, "se establezca una competencia entre los agentes productores del servicio de sanidad y un margen de elección de médico y hospital por parte de los pacientes, sin que se vea afectada la equidad en el acceso a los servicios sanitarios".
En este sentido, Barea subrayó su propuesta consiste en crear "un mercado regulado de la sanidad" con el que "se forzaría a los centros sanitarios públicos a adoptar una organización adecuada y sistemas de gestión empresariales, y no burocráticos como los que hoy día existen".
Por otro lado, el economista aseguró que la descentralización de la Agencia Tributaria provocaría un aumento del fraude al no lograrse el objetivo de recaudación, dadas las dificultades técnicas que comportaría el cruce de declaraciones efectuadas en 17 organismos diferentes. Barea señaló que el coste sería mucho mayor, lo que daría lugar "a una pérdida de eficacia, de eficiencia y de equidad".
Desequilibrio del sistema de pensiones
Sobre las pensiones, el profesor Barea alertó sobre el "desequilibrio financiero en el sistema de pensiones contributivas" que generará el aumento del número de pensionistas, que será de un millón cuatrocientas mil personas en el periodo 2021-2030 y de un millón y medio más en la década de los treinta, un ritmo "presumiblemente superior al del empleo".
En referencia a un estudio de la Comisión Europea, Barea aseguró que el gasto en pensiones en España será en el 2050 del 17,3 por ciento del PIB, con un aumento del ocho puntos sobre el año 2000, y que, para esa misma fecha, el déficit del sistema de pensiones público habrá aumentado un 7,4 por ciento.
El economista afirmó que la carga financiera que tendrá que soportar cada persona potencialmente activa se multiplicará en el período 1997-2050 por 2,4 o por 2,7 "según sea el escenario contemplado".
Modelo de financiación exterior
Además, Barea ha dicho que sería necesario que el Estado apruebe reformas para disminuir el recurso a la financiación exterior y alertó de que la retirada de los flujos financieros del exterior "tendría consecuencias muy graves", al no poder seguirse financiando el actual modelo de desarrollo de la economía española.
Para el ex-director de la Oficina Presupuestaria del Gobierno, "la duda en la calidad de los activos puede sobrevenir del continuo crecimiento de los tipos de interés de los préstamos hipotecarios de las familias". Según Barea, esto puede provocar un fuerte endeudamiento de las mismas, con las consiguientes dificultades para hacer frente a los reembolsos, "lo que pondría en posición comprometida a los intermediarios financieros".
Crecimiento del 2 pro ciento del PIB para 2008
Preguntado por la situación de la economía española, Barea cifró entre el 2 por ciento y el 2,2 por ciento el crecimiento del PIB para 2008 y criticó la "baja productividad y baja competitividad" del país. Para el economista, estos factores explican que el diferencial de la inflación española respecto a la media de la zona euro sea mayor que el de Francia o Alemania.
Por otro lado, Barea comentó que la inmigración "ha contribuido a que España logre su 'PIB potencial' pero no ha resuelto el tema de la Seguridad Social". Así, indicó que "ahora sólo se contabiliza lo que ingresan, pero ya veremos el día que empiecen a jubilarse".
En cuanto a la crisis financiera, el ex-director de la Oficina Presupuestaria del Gobierno aseguró que "el sistema financiero español es fuerte" y destacó el papel del Banco de España porque "siempre ha sido muy controlador". "España es el país que más provisiones exige para conceder créditos", afirmó.
Sobre las rebajas fiscales propuestas por PP y PSOE de cara a las próximas elecciones, Barea, en referencia a una frase que pronunció el ex-alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, dijo que "las promesas electorales se hacen para no cumplirlas".
La privatización de las pensiones
Por otro lado, un reciente estudio del instituto Juan de Mariana, analiza los efectos que tendría sobre las pensiones la privatización del sistema. El instituto concluye que esta decisión conseguiría duplicar la renta de los jubilados reduciendo un tercio la vida laboral.
Según los cálculos del instituto, si un trabajador medio hubiera podido reinvertir en Bolsa desde 1992 sus cotizaciones destinadas al pago de pensiones habría terminado 2006 con un patrimonio de 185.149 euros y una pensión mensual a partir de 2008 de 1.130 euros. Es decir, casi el doble que la pensión pública media actual.
Dada la insostenibilidad a corto y medio plazo de la Seguridad Social, el Gobierno prevé prolongar la vida laboral de los españoles hasta los 70 años, al tiempo que reducirá, aún más, el valor medio de las pensiones públicas.
En caso de haber gestionado íntegramente el conjunto de cotizaciones obligatorias que paga a la Seguridad Social, sus ingresos económicos serían mucho mayores en su jubilación: dispondría de 246.865 euros en apenas 15 años. Es decir, cobraría hoy cerca de 1.500 euros mensuales. La privatización del actual sistema público de pensiones mejoraría de un modo sustancial las rentas que perciben en la actualidad casi el 93 por ciento de los jubilados españoles. Además, la vida laboral se reduciría casi un tercio.
Por último, el Juan de Mariana asegura que si un trabajador decidiera extender su vida laboral hasta 2022, la capitalización de sus pagos a la Seguridad Social le reportarían un patrimonio de 980.000 euros, por lo que percibiría una pensión mensual media de 5.900 euros a partir de 2023.