LD (EFE) Henderson explicó la situación en que se encuentra GM y los planes de futuro durante una rueda de prensa celebrada en Nueva York horas después de que el gigante del automóvil estadounidense protagonizase la mayor quiebra industrial de la historia de EE.UU.
Durante una hora, el máximo directivo de General Motors mantuvo el mismo tono optimista que el expresado por Barack Obama poco antes durante una rueda de prensa en la Casa Blanca y en la que el presidente estadounidense dijo que la quiebra da a GM "la oportunidad de renacer".
El máximo directivo de GM dijo que hoy " supone un momento definitivo en la historia" de la compañía y que gracias a los acuerdos alcanzados con los gobiernos de EE.UU., Canadá, el sindicato United Auto Workers (UAW) y "la mayoría de los acreedores" la nueva GM será más pequeña y orientada hacia el cliente.
Henderson también repitió que su preferencia nunca fue declarar la quiebra pero que el proceso judicial que hoy se inicia, y que confía que dure entre 60 y 90 días, "nos permitirá llegar a nuestro destino" y de forma rápida.
Para el ejecutivo "lo más duro" ha sido el cierre de plantas (14 para el 2012) y la eliminación de miles de puestos de trabajo.
Con respecto las subsidiarias de GM fuera de EEUU y Canadá , aunque Henderson dijo que "nuestras operaciones en México no están incluidas en la quiebra", sí reconoció que están afectadas por la caída de la demanda en Estados Unidos.
Henderson repitió que la declaración quiebra "no tendrá ningún impacto" en Europa, Suramérica o Asia y que en estos lugares, las subsidiarias seguirán operando "sin interrupciones".
Finalmente, el ejecutivo pidió a los clientes de la vieja GM que no abandonen al fabricante y que "nos den otra oportunidad"
Durante una hora, el máximo directivo de General Motors mantuvo el mismo tono optimista que el expresado por Barack Obama poco antes durante una rueda de prensa en la Casa Blanca y en la que el presidente estadounidense dijo que la quiebra da a GM "la oportunidad de renacer".
El máximo directivo de GM dijo que hoy " supone un momento definitivo en la historia" de la compañía y que gracias a los acuerdos alcanzados con los gobiernos de EE.UU., Canadá, el sindicato United Auto Workers (UAW) y "la mayoría de los acreedores" la nueva GM será más pequeña y orientada hacia el cliente.
Henderson también repitió que su preferencia nunca fue declarar la quiebra pero que el proceso judicial que hoy se inicia, y que confía que dure entre 60 y 90 días, "nos permitirá llegar a nuestro destino" y de forma rápida.
Para el ejecutivo "lo más duro" ha sido el cierre de plantas (14 para el 2012) y la eliminación de miles de puestos de trabajo.
Con respecto las subsidiarias de GM fuera de EEUU y Canadá , aunque Henderson dijo que "nuestras operaciones en México no están incluidas en la quiebra", sí reconoció que están afectadas por la caída de la demanda en Estados Unidos.
Henderson repitió que la declaración quiebra "no tendrá ningún impacto" en Europa, Suramérica o Asia y que en estos lugares, las subsidiarias seguirán operando "sin interrupciones".
Finalmente, el ejecutivo pidió a los clientes de la vieja GM que no abandonen al fabricante y que "nos den otra oportunidad"