Que la vivienda no baje de precio es debido a un interés común entre gobierno, políticos, y bancos: los bienes hipotecarios de los bancos, si se pusieran a precio real, provocarían la bajada de su cotización en la bolsa. Siendo esto malo, que lo es para sus balances, lo más dañino es que forzarían a las cajas a hacer lo mismo, pero éstas, regidas por intereses políticos, no pueden reflejar el valor real de sus activos hipotecarios en bolsa porque a causa de haber prestado nuestro dinero ¡aún con menores garantías!, tendrían que presentar quiebras. Y las quiebras de las cajas son las quiebras de los políticos.
Se llama "maquinación para alterar el precio de las cosas". Es un delito que la CNMV persigue de oficio, pero, ¡casualidad! no esta vez.