(Libertad Digital) El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha acusado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de generar "excesiva inseguridad jurídica" para las empresas españolas con intereses en Bolivia y le ha instado a exigir en Viena al presidente boliviano, Evo Morales, que renuncie a "las medidas de fuerza" que impuso con su decreto presidencial del pasado 1 de mayo.
El líder del principal partido de la oposición ha reclamado a Zapatero que abandone la política de los campeones nacionales a raíz de las propuestas de compra de Endesa por parte de Gas Natural y luego de E.On, al ser la misma que ha utilizado Morales al nacionalizar el sector de los hidrocarburos en su país.
Rajoy ha dicho que los perjuicios de la decisión de Morales para España y los españoles son "evidentes" y además "se venía venir" porque el mandatario andino hizo de este asunto el "eje básico" de su programa electoral para las elecciones. "Le prometieron ayudas, le condonaron parte de la deuda pero lo que cabe preguntarle es qué hace usted para defender los intereses españoles y si tiene alguna política exterior al respecto", le ha espetado a Zapatero en la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados.
En este sentido, el presidente popular ha calificado de "errática, débil y sectaria" política exterior del Gobierno socialista. "Nadie entiende en la Unión Europea su posición con Cuba ni sus tratos con Chávez ni Morales. Lo único que sabemos son las consecuencias: en Cuba no cambia nada, el señor Chávez y el señor Morales nos expropian y lesionan nuestros intereses".
De cara a la Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe en la que participarán Zapatero y Morales, Rajoy ha instado al presidente a terminar "con su ridícula teoría de los campeones nacionales" y reunirse con el presidente andino en la capital austriaca para "exigirle que renuncie a las medidas de fuerza, que respete los derechos y acuerdos con los españoles y respete nuestros intereses".
Zapatero le ha respondido que el Gobierno ha comunicado a La Paz que la posición española tras el decreto es de "disconformidad y preocupación". Pese a ello, ha constatado que hay un período de tiempo para el diálogo (de seis meses), "donde evidentemente el Gobierno de España va a ser firme en la defensa de los intereses de las empresas españolas y de los españoles".
Moratinos recuerda que Prisa está en Bolivia y no tiene problemas
El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, también ha respondido, en el Congreso, a otra pregunta al respecto realizada por el secretario general del PP, Ángel Acebes. Según ha dicho, la actuación del Gobierno en este terreno se basa en tres puntos. Primero, respeto pleno a las elecciones democráticas en Bolivia y al aparato constitucional boliviano. Segundo, el principio de defensa de los intereses de todas las empresas españolas, incluida Repsol. Y tercero, el utilizar el diálogo y la diplomacia para alcanzar soluciones satisfactorias.