LD (Agencias) El PP propone cuatro tramos del IRPF con un tipo máximo al cuarenta por ciento y el mínimo al doce, lo que, según Miguel Arias Cañete, implicaría una rebaja del impuesto del 10,83 por ciento. Además, se duplicarían las reducciones por hijos, pasando la del primer hijo a 2.800 euros, la del segundo 3.000 y a partir del tercero 4.400 euros, y también se doblaría la reducción para cuidados de hijos menores de tres años hasta 2.400 euros. También apuesta por elevara las deducciones para mayores de 65 y 75 años a mil y dos mil euros respectivamente y propone una deducción de 1.200 euros anuales para las madres trabajadoras fuera del hogar con hijos menores de tres años.
En cuanto al ahorro, se establecería un mínimo exento de 600 euros para los rendimientos de capital y se aumentarían los límites en planes de pensiones a los cónyuges sin rentas y a los discapacitados. Además, se crearía una deducción de similares características a la deducción por compra de vivienda habitual para otras formas de ahorro a medio y largo plazo, siempre que las rentas procedan de rendimientos del trabajo.
En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, cuya reforma sería de aplicación inmediata, propone rebajar los tipos hasta el 25 por ciento para el régimen general y el 20 por ciento para las pymes, y adaptar los coeficientes de amortización a las necesidades de los nuevos sistemas productivos. Según el PP, la reforma de este impuesto implicaría un incremento de la inversión anual entre el tres y el cinco por ciento anual y un aumento de la productividad entre el 1,5 por ciento y el dos por ciento al año.
En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, cuya reforma sería de aplicación inmediata, propone rebajar los tipos hasta el 25 por ciento para el régimen general y el 20 por ciento para las pymes, y adaptar los coeficientes de amortización a las necesidades de los nuevos sistemas productivos. Según el PP, la reforma de este impuesto implicaría un incremento de la inversión anual entre el tres y el cinco por ciento anual y un aumento de la productividad entre el 1,5 por ciento y el dos por ciento al año.
El PSOE apuesta por subir el IBI, el IAE y el de la plusvalía
Por su parte, el secretario de política municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, ha defendido que el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) tenga como referencia el valor de mercado, y no el valor catastral del suelo (que obviamente, es muy inferior), y que los ayuntamientos puedan "penalizar" con tipos "diferenciados y progresivos" a los que denominan especuladores inmobiliarios. A pesar de ello, argumenta que esto no tiene por qué suponer una subida del impuesto, ya que aseguran que los ayuntamientos "jugarán con los tipos" impositivos y podrá establecer políticas de "penalización" contra la "injusticia social" que provoca la especulación inmobiliaria.
Cuesta, ha hecho estas declaraciones, junto con el alcalde de Sevilla, durante la presentación de la Convención Municipal del PSOE que tendrá lugar este fin de semana en la ciudad hispalense. En este contexto proponen la reforma de numerosos impuestos, entre ellos el IBI, el IAE, el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, las tasas y precios públicos, la función medioambiental de los tributos o el urbanismo.
Otro impuesto que afectará al sector inmobiliario será el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (denominado comúnmente "plusvalía"). Los socialistas consideran que el impuesto debe aplicarse al incremento del valor del inmueble y no sólo al del suelo que ocupa, lo que, obviamente, también supondría una subida del importe.