(Libertad Digital) El aumento del PIB del 2,3 por ciento entre abril y junio fue resultado de un incremento del 3,3 por ciento de la demanda interna y una aportación negativa del sector exterior de 1 punto. Esta tasa es 1 décima superior a la registrada en el trimestre precedente, que en mayo se estableció en el 2,1 por ciento, aunque que posteriormente se revisó al alza, hasta el 2,2 por ciento. El propio Instituto Nacional de Estadística ha afirmado que estos datos suponen una “suave aceleración”.
En cuanto al empleo , las noticias siguen siendo excelentes ya que la creación de puestos de trabajo aumentó un 1,7 por ciento en el segundo trimestre. Este dato supone que se han creado 274.000 puestos de trabajo netos a tiempo completo. El empleo mantiene, según el INE, la pauta acelerada que comenzó a registrar en el primer trimestre, cuando creció el 1,6 por ciento. Esta evolución fue resultado principalmente del impulso registrado por la construcción, rama en la que los puestos de trabajo aumentaron el 4,2 por ciento (dos puntos más que en el periodo previo). El empleo en la industria descendió el 0,8 por ciento (frente al crecimiento del 1,1 por ciento anterior); en la agricultura y pesca bajó el 3,6 por ciento (ocho décimas menos), y en los servicios ascendió el 2,6 por ciento (tres décimas más).
Dentro de la demanda, el consumo mantuvo su tasa de aumento en el 3,2 por ciento, debido a la subida del 3,2 por ciento del gasto privado (una décima más) y del 3,6 por ciento (tres décimas menos) del de la administraciones públicas. La inversión se aceleró desde el 3,1 al 3,4 por ciento, con un incremento del 3,1 por ciento (dos décimas más) del componente de bienes de equipo y del 3,8 por ciento (cuatro décimas más) de la construcción. En cuanto al sector exterior , tanto las exportaciones como las importaciones aceleraron su ritmo de crecimiento, hasta el 7,7 por ciento en el caso de las ventas, frente al 5 por ciento anterior, y desde el 8,1 al 10,1 por ciento en el caso de las compras.
Desde el punto de vista de la oferta , el INE destaca la mejora de todas las ramas, aunque con diferente intensidad. Así, las ramas primarias redujeron su ritmo de caída, desde el 2,2 al 0,9 por ciento, mientras que la industria y energía subieron el 2,5 por ciento (dos décimas más que en el primer trimestre); la construcción avanzó el 4,1 por ciento (frente al 3,7 por ciento previo), y los servicios crecieron el 2,3 por ciento (tres décimas más).
El INE señala que la productividad creció a un ritmo similar al trimestre previo, del 0,6 por ciento. En lo que se refiere a la remuneración por asalariado, ésta se desaceleró en cuatro décimas y subió el 6,1 por ciento entre abril y junio. A su vez, el coste laboral por unidad de producto se situó en el 3,1 por ciento, frente al 3,6 por ciento anterior.
En cuanto al empleo , las noticias siguen siendo excelentes ya que la creación de puestos de trabajo aumentó un 1,7 por ciento en el segundo trimestre. Este dato supone que se han creado 274.000 puestos de trabajo netos a tiempo completo. El empleo mantiene, según el INE, la pauta acelerada que comenzó a registrar en el primer trimestre, cuando creció el 1,6 por ciento. Esta evolución fue resultado principalmente del impulso registrado por la construcción, rama en la que los puestos de trabajo aumentaron el 4,2 por ciento (dos puntos más que en el periodo previo). El empleo en la industria descendió el 0,8 por ciento (frente al crecimiento del 1,1 por ciento anterior); en la agricultura y pesca bajó el 3,6 por ciento (ocho décimas menos), y en los servicios ascendió el 2,6 por ciento (tres décimas más).
Dentro de la demanda, el consumo mantuvo su tasa de aumento en el 3,2 por ciento, debido a la subida del 3,2 por ciento del gasto privado (una décima más) y del 3,6 por ciento (tres décimas menos) del de la administraciones públicas. La inversión se aceleró desde el 3,1 al 3,4 por ciento, con un incremento del 3,1 por ciento (dos décimas más) del componente de bienes de equipo y del 3,8 por ciento (cuatro décimas más) de la construcción. En cuanto al sector exterior , tanto las exportaciones como las importaciones aceleraron su ritmo de crecimiento, hasta el 7,7 por ciento en el caso de las ventas, frente al 5 por ciento anterior, y desde el 8,1 al 10,1 por ciento en el caso de las compras.
Desde el punto de vista de la oferta , el INE destaca la mejora de todas las ramas, aunque con diferente intensidad. Así, las ramas primarias redujeron su ritmo de caída, desde el 2,2 al 0,9 por ciento, mientras que la industria y energía subieron el 2,5 por ciento (dos décimas más que en el primer trimestre); la construcción avanzó el 4,1 por ciento (frente al 3,7 por ciento previo), y los servicios crecieron el 2,3 por ciento (tres décimas más).
El INE señala que la productividad creció a un ritmo similar al trimestre previo, del 0,6 por ciento. En lo que se refiere a la remuneración por asalariado, ésta se desaceleró en cuatro décimas y subió el 6,1 por ciento entre abril y junio. A su vez, el coste laboral por unidad de producto se situó en el 3,1 por ciento, frente al 3,6 por ciento anterior.