LD (EFE) Según el INE, que ha revisado una décima al alza el crecimiento del primer trimestre (hasta el 3,6 por ciento) y el del segundo, entre abril y junio se desaceleró la demanda interna, que creció el 4,8 por ciento, mientras que la aportación negativa al crecimiento del sector exterior bajó tres décimas, hasta 1,1 puntos.
Un crecimiento más equilibrado
El crecimiento del segundo trimestre -que fue del 7,9 por ciento a precios corrientes- fue resultado de una demanda interna menos dinámica, cuyo aumento se desaceleró dos décimas, hasta el 4,8 por ciento, y de una disminución de la aportación negativa al incremento del sector exterior, que bajó tres décimas, hasta 1,1 puntos porcentuales. El avance intertrimestral de la economía española fue del 0,9 por ciento, igual que el periodo precedente, señala el INE, que calcula que el aumento del empleo del 3,1 por ciento, una décima menor que en el anterior trimestre, equivale a la creación neta de 555.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.
Cae la demanda interna
En el segundo trimestre del año, la desaceleración de la demanda interna se debió a una moderación tanto en el consumo final de los hogares como en la inversión. Así, el gasto de los hogares moderó su crecimiento dos décimas, hasta el 3,6 por ciento, debido a un consumo menos intensivo en bienes duraderos y en servicios, a pesar de que la confianza de los consumidores, recuerda el INE, se mantuvo "invariable" frente al trimestre anterior. La inversión también se desaceleró. En este caso dos décimas hasta el 6,1 por ciento, debido a un menor dinamismo en construcción (5,7 por ciento frente a 5,8) y en productos.
No obstante se mantiene a buen ritmo el crecimiento de la inversión más productiva y la de bienes de equipo, que aumentó el 9,1 por ciento frente al 8,6 del primer trimestre. El consumo de las Administraciones Públicas estabilizó su crecimiento interanual en el 4,4 por ciento, acorde con la evolución de las compras realizadas y de la remuneración de asalariados públicos.
Mayor aportación exterior
En este segundo trimestre, la aportación negativa al crecimiento que supone el sector exterior se ha reducido tres décimas, al ser de 1,1 puntos porcentuales, debido a una desaceleración tanto de las importaciones como las exportaciones. Así, frente al repunte registrado en el primer trimestre, en que aumentaron el 9,5 por ciento, las exportaciones de bienes y servicios se desaceleraron hasta registrar un aumento del 5,3 por ciento entre abril y junio. Si se desglosan estas ventas, las exportaciones de bienes se desaceleran notablemente, del 13 al 4,7 por ciento, aunque las de servicios repuntan del 2,2 al 6,5 por ciento gracias al mejor comportamiento del turismo. En cuanto a las importaciones, se desaceleraron hasta el 7,9 por ciento, frente al 12,4 del primer trimestre, debido a un menor dinamismo tanto en la compra de bienes (del 11,3 al 7,5 por ciento) como la de servicios (del 16,8 al 9,5).
En cuanto a la actividad, la industrial mantiene su aceleración -del 1,6 al 2,9 por ciento-, en consonancia con los buenos resultados tanto del Indice de Producción Industrial como de la Cifra de Negocios del sector. Mientras, se reduce el valor añadido bruto de la construcción, que crece el 5 por ciento, tres décimas menos, y que registra un mejor comportamiento en obra civil, frente a una moderación de la edificación residencial.
La actividad de los servicios creció el 3,5 por ciento, tres décimas menos, y las ramas primarias mejoraron, aunque siguen registrando crecimientos negativos, del 0,4 por ciento frente al 3,7 por ciento del trimestre anterior. Por otra parte, el INE atribuye el menor impulso en la creación de empleo a su desaceleración en los servicios, compensado por la aceleración en la industria, la construcción y el sector primario.