La vicepresidenta económica del Gobierno ha vuelto a perder los papeles y, lo más triste y preocupante, es que eso ya no es ni noticia. Elena Salgado actúa como un paciente desequilibrado que se escapa de su habitación y vaga por el sanatorio mental hablándole a las paredes, riéndose sola y creyéndose Juana de Arco.
La secretaria de Zapatero en materia económica ha sido desautorizada en varias ocasiones por su propio jefe (la última con el plan de ajuste) y ha recibido el rapapolvo de sus colegas europeos en numerosas reuniones. Ahora pasa sus últimos días al frente del Ministerio visiblemente nerviosa y realizando declaraciones sorprendentes:
"Aquí de lo que se trata es de recuperar la confianza, y la mejor forma de recuperarla es negar los rumores". Así rechazó Salgado en una entrevista a Telecinco las noticias publicadas ya en varios diarios (en España el único medio impreso que se ha atrevido a aguantar las presiones monclovitas ha sido El Economista) sobre el rescate de 250.000 millones de euros que han preparado ya la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Curiosa forma de ver la política ¿no creen? Para recuperar la confianza la vicepresidenta segunda ni se plantea hacer una política económica creíble, que dé tranquilidad a las familias y las empresas. No, señoras y señores, lo que hay que haces es negar cualquier información que cuestione la credibilidad de las finanzas españolas. Así nos va.
El diario al que los servicios de prensa oficiales intentan tapar la boca sigue en sus trece y no ceja en su empeño de informar a la población (esperanzadora forma de entender el periodismo en estos tiempos que corren). Hoy publica una entrevista al economista de prestigio Juergen B. Donges que no repara en asegurar: "el caso español es como el griego: se negó el rescate, hasta que se produjo". El que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea.
Expansión prefiere enfocar la desconfianza internacional en España por el coste de las emisiones de bonos letras y obligaciones. Destaca en su portada que "la reforma laboral no calma al mercado y el coste de la deuda se dispara a máximos". Resulta que el Tesoro ha podido colocar 3.500 millones de euros en papelitos este jueves por los que "ha tenido que pagar un sobrecoste de 1.000 millones respecto a la emisión relizada un año antes". Pues vaya negocio, oiga.
Y seguimos con las entrevistas. El salmón de Unidad Editorial habla con el famoso inversor Jim Rogers y experto en materias primas, con el título: "No creo en los planes del Gobierno". Claro que no, la única que resulta ahora que confía en las medidas de Zapatero es Merkel, que hizo el paripé tras la reunión del Consejo de la UE y dijo que apoyaba al presidente español para alejar las dudas sobre la solvencia ibérica. Háganme caso: lo hizo con la boca muy pequeña porque la canciller no puede ni ver a Zapatero.
Expansión incluye la fotografía de Merkel con el inquilino de La Moncloa y coincide en la imagen escogida para la portada por Cinco Días. Eso sí, el económico de Prisa es mucho más explícito que el del grupo de Pedro J.; señala que "la UE cierra filas con Zapatero". Nos ha fastidiado, ya que si España se va al garete los bancos alemanes y franceses iban a tener que afrontar un agujero superior a los 400.000 millones de euros. No hay organismo que haga mejor el paripé que la UE, otra cosa es que funcione.
Otro tema recurrente en la prensa es la decisión comunitaria de hacer públicos los test de solvencia realizados a las entidades financieras. El Gobierno español ha filtrado un adelanto de los resultados que se conocerán dentro de unas semanas. Santander y BBVA ocupan las primeras posiciones del ránking, por lo que son dos de los bancos más seguros de la eurozona.
La intención es dar confianza a un sector que no recibe ni un euro del exterior desde hace una semana, ya que tiene créditos impagados del ladrillo por un volumen superior a los 150.000 millones de euros y ostenta el récord de peticiones de dinero al Banco Central Europeo (BCE). Ya saben, Trichet presta a bancos y cajas dinero a un interés del 1% y las entidades compran deuda española que les renta a un interés mucho mayor. Hasta ahora el negocio era redondo, pero ahora los papelitos que vende el Tesoro no los quiere comprar nadie en su sano juicio.
A todo esto, por si no lo sabían, les recuerdo que hoy desembarca la plana mayor del FMI con su director gerente al frente. Dominique Strauss Khan visitará a Zapatero para leerle la cartilla al presidente tras el examen de las cuentas que realizaron sus técnicos hace unas semanas. A los hombres de los maletines no les ha gustado lo que han visto debajo de la alfombra del despacho de Salgado y ésa es la razón del programa de rescate. Desde La Moncloa, los servicios de propaganda aseguran que el jefazo del FMI viene a hablar de la reforma laboral. Menuda caradura.