Según se desprende del auto del juez Francisco de Borja Villena, Air Comet no tendrá previsiblemente activos para pagar la totalidad de sus deudas, ya que el valor provisional de sus bienes asciende a 84,5 millones, que cubren el 27% de la deuda que mantiene con proveedores y entidades financieras y con las propias empresas del grupo Marsans (que en este caso suman 160 millones).
La resolución judicial notificada a las partes tiene que publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE), a partir de lo cual empezará a computar el plazo de un mes para que los 24.000 afectados por el cierre de la aerolínea y sus 740 trabajadores reclamen los importes que les adeuda la compañía.
Según un comunicado difundido por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), la determinación definitiva de los activos y deudas de Air Comet (conocida como fase común) tardará entre 6 y 12 meses, en tanto que la tramitación de un posible plan de pagos podría tardar entre 3 y 5 meses más.
Si, por el contrario, no fructificase una propuesta de convenio con los acreedores, la empresa podría ser liquidada, lo que requeriría un tiempo de trámite de 12 meses.
Air Comet solicitó el pasado 23 de marzo la antigua suspensión de pagos, al no encontrar posibles compradores.