(Libertad Digital) Fuentes del Ministerio de Comercio han señalado al diario ABC que “el coste laboral no es el único factor determinante, ya que el uso más intensivo del capital o la diferenciación de productos pueden mejorar la productividad e incrementar la presencia de prendas de valor añadido en el sector”. Dichas fuentes inciden en que externalizar parte de sus operaciones es “imprescindible” para incrementar la competitividad “dentro de un proceso global de internacionalización de esta industria”.
La Secretaría de Estados de Comercio y Turismo ha llevado a cabo un diagnóstico del sector textil en España y ha fijado las amenazas a las que éste se enfrenta a corto plazo. Entre ellas cita a la liberalización del comercio textil, el cada vez mayor poder de China –proveedor del 58 por ciento del producto textil a Estados Unidos y del 28 por ciento a la UE– y otros países asiáticos; la ampliación de la Unión Europea; la presión de los grandes distribuidores; las copias fraudulentas y las nuevas exigencias medioambientales.
Ante estas amenazas, el Gobierno sugiere a las empresas textiles que aumenten su base exportadora, fomenten aquellas actividades que generen mayor productividad y subcontraten las fases de producción más intensivas en mano de obra.
La balanza comercial del sector textil-confección ha mantenido en conjunto un déficit continuo, creciendo a una tasa del 9 por ciento entre 1995 y 2003. Analizado por subsectores, el de tejido es el único que presenta superávit y el de prendas de vestir textiles es el que mantiene un mayor nivel de déficit, con un crecimiento medio anual entre 1995 y 2003 del 11 por ciento “como consecuencia del citado proceso de deslocalización de la producción de empresas españolas”, señala el diario.
Actualmente existen 305 empresas textiles espaoñolas que participan en el proceso de internacionalización que auspicia el Instituto de Comerio Exterior (Icex).