(Libertad Digital) La rescisión del contrato suscrito por Gas Natural y Repsol por parte de la empresa pública argelina, Sonatrach, supone un ataque a los intereses de dos empresas privadas españolas en el extranjero. Según los expertos, podría ser una de las consecuencias de la política exterior y energética de España en el norte de África. Este verano, Industria, presionada por Argelia, accedió a todas las exigencias argelinas en el proyecto de Medgaz. Como consecuencia, el Ejecutivo levantó los límites de venta de gas a Sonatrach en el mercado español y le permitió aumentar su papel en el gasoducto entre ambos países y convertirse en su mayor accionista individual.
Estas negociaciones han levantado polémica en múltiples ocasiones. El pasado 21 de marzo, el diputado del PP, Jorge Moragas, preguntaba al ministro Clos en sede parlamentaria por el curso de unas negociaciones que apuntaban a un incremento del precio del gas que Argelia vendía a España. En su pregunta, el diputado popular, hacía referencia a una entrevista que concedió el ministro de energía argelino Chakib Kherill al diario Expansión en la que advertía que el precio del gas que vendía a España aumentaría el 20 por ciento y cargaba contra Gas Natural y Repsol acusándoles de incumplimiento de contratos.
La única respuesta que acertó a hilar Joan Clos en aquel momento es que "Argelia es un país que tiene gas, que nos lo vende a nosotros y lo quiere vender más caro; y lo que queremos es comprar más barato y estamos negociando". El fruto de esas negociaciones fue presentado por Clos como una noticia positiva para los planes de expansión de las empresas españolas que operan en el país Africano. A este contexto es necesario sumar las relaciones diplomáticas entre Argelia y España tras el apoyo del Ejecutivo de Zapatero a Marruecos en el conflicto del Sáhara, contrario a los intereses del pueblo saharaui y de la propia Argelia.
Pero el diario Expansión no fue el único que gozó de una entrevista de Chakib Kherill. En las páginas de la revista Petroleum Economist, que recuerda este martes La Gaceta. El ministro de Energía argelino ya advertía a finales de este verano que, tras las concesiones de Joan Clos, "Sonatrach puede desarrollar sus reservas por sí misma con la ayuda de empresas de servicio. Dinero tengo. Reservas tengo. Mercados, tengo. Dispongo de acceso a la tecnología. ¿Qué me aportas?", se preguntaba Kherill en referencia a Gas Natural y Repsol.
Fuentes del sector energético apuntan que Sonatrach se ha hecho con el 'know-how' suficiente durante los dos años en que ha estado desarrollando el proyecto con Gas Natural y Repsol YPF. Además advierten que, teniendo mano libre para comercializar gas en España, Argelia pretende desarrollar todas las reservas del perímetro de Gassi Touil en solitario, algo que deja fuera a Gas Natural y Repsol. Dos empresas españolas que ganaron un concurso público internacional para desarrollar este proyecto gasista en Argelia, el mayor proyecto de gas del país y el primero controlado por extranjeros. Una aventura con una inversión de 5.900 millones.
No obstante, en agosto de 2006, la argelina Sonatrach, cambiaba su estrategia al firmar una alianza con la rusa Gazprom. De esta manera, unían fuerzas el mayor proveedor de gas del Viejo Continente y la suministradora de la cuarta parte de este combustible. En aquel momento, la Comisión Europea mostró su preocupación e incertidumbre a cerca de lo que podría suceder a raíz de esta unión. Más, teniendo en cuenta el conflicto desatado en enero entre Rusia y Ucrania a cuenta del suministro de gas.
El Gobierno apuesta por una solución dialogada
Fuentes del Ejecutivo aún no han explicado qué opina Zapatero del golpe de mano de Argelia. Mientras, el ministro Moratinos, ha dicho desde Georgia que son "asuntos entre empresas privadas" y que "el nivel político de interlocución entre España y Argelia es perfecto". Un asunto que ha pillado a Joan Clos de visita en China.
A pesar de que conocía la noticia desde hace un mes, Joan Clos ha manifestado su malestar por la decisión de Sonatrach y ha prometido que hará todo lo posible por defender los intereses de España aunque apuesta por una solución negociada. También ha asegurado que las relaciones entre España y Argelia son buenas, ya que existe una "alianza estratégica a largo plazo".
Clos, en cambio, se ha negado a contestar si Argelia está llevando a cabo una política de nacionalización como la que inició Evo Morales en Bolivia. "No podemos aventurar si detrás de este proyecto concreto hay una política general", ha manifestado el ministro, que ha agregado que "El Gobierno español sigue atentamente la evolución del conflicto y está ayudando a que se resuelva favorablemente". Una ayuda que no se ha cursado mediante un contacto con las autoridades argelinas.
Desde el ministerio de Industria también se ha felicitado a las empresas españolas afectadas por tratar de dirimir el conflicto ante un tribunal de arbitraje de Ginebra y han insistido en decir que la crisis "no afectará a la seguridad del suministro de gas ni provocará problemas a los consumidores".
La Unión Europea preocupada
La actitud mostrada por la Unión Europea que continúa recabando toda la información posible sobre el ataque de Sonatrach a Gas Natural y Repsol, contrasta con la aparente tibieza del Ejecutivo. Desde Bruselas, Andris Piebalgs, comisario de Energía, ya se ha puesto en contacto con las autoridades españolas, y con las dos compañías españolas para tratar de solucionar esta coyuntura.
El PP culpa a la "pésima política exterior de Zapatero"
Desde el PP, Mariano Rajoy advirtió que la decisión tomada por Sonatrach supone un "ataque" a los intereses de dos empresas privadas españolas que atribuye a la "pésima" política exterior del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Rajoy hizo hincapié en que el caso de Argelia se suma a lo que ya ocurrió con algunas empresas españolas en países como Bolivia, Argentina o Venezuela.
Argelia calla
El Gobierno argelino, por su parte, ha mantenido silencio sobre la decisión de Sonatrach, minetras que los medios de comunicación ignoran la noticia.
De momento, los analistas creen que Repsol YPF y Gas Natural intentarán llegar a un acuerdo con Sonatrach sobre el proyecto integrado de Gassi Touil (Argelia), en vez de esperar a que se resuelva el procedimiento arbitral al que han decidido acudir las dos empresas españolas, que puede prolongarse un año y medio.
Gas Natural y Repsol se resienten en Bolsa
Al cierre de la sesión, los títulos de Gas Natural cotizaban a 37,83 euros, mientras que las de la constructora lo hacían a 26,34 euros y los de Repsol YPF alcanzaban los 28,78 euros. Tras el anuncio de la compañía estatal argelina, Repsol y Gas Natural lamentaron y rechazaron la decisión de Sonatrach de "apropiarse de forma ilegítima" de este proyecto de 5.152 millones de euros, y aseguraron que harán valer sus derechos en el procedimiento arbitral internacional que, de acuerdo con el contrato, decidirá sobre la validez de la decisión y sobre "los daños y perjuicios causados".