L D (EFE) Antoni Brufau y su equipo se reunieron el jueves con el presidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Pedro Meroño, y con altos cargos de la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía para explicar esta operación, lanzada el pasado lunes y considerada hostil por la compañía eléctrica vasca. Según han informado fuentes del sector energético, el proyecto ha sido recibido en ambos casos con "frialdad" y se ha avanzado a los responsables de la compañía gasista que, en el caso de que la OPA prospere, habrá "duras medidas" para garantizar la competencia en el sector .
Por su parte, fuentes del Ministerio de Economía han explicado que al Gobierno le preocupan los efectos de una integración vertical en una actividad en la que Iberdrola podría obtener el gas para generar electricidad a un precio inferior al de sus competidores. Para evitarlo, Gas Natural deberá desprenderse de activos muy importantes, incluso por encima de la cifra de 5.000 millones de euros que establece el propio plan de la compañía gasista.
Fuentes del ministerio de Economía han precisado que entre estos activos se encontraría la salida de la compañía que preside Antoni Brufau del capital de Enagás , donde tiene el 35%; la venta de las plantas de generación eléctrica de ciclo combinado de Iberdrola y la venta de otros activos eléctricos para no superar la actual cuota de mercado de Iberdrola, que alcanza el 40% y que casi crecería hasta el 44% con el que ahora posee Gas Natural.
Según ha explicado Meroño en un acto público, la CNE debe decidir si autoriza o no la OPA porque la operación "afecta a actividades reguladas", la distribución de gas en el caso de Gas Natural y la distribución eléctrica en el de Iberdrola. Previamente, el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, reconocía que la operación afectaba a “mercado sensibles”. Por su parte, el presidente de Unión Fenosa, Antonio Basagoiti, considera que la operación "debe ser condicionada severamente" por las autoridades de la competencia ya que "puede deteriorar seriamente" el proceso de liberalización iniciado en el sector energético.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Economía han explicado que al Gobierno le preocupan los efectos de una integración vertical en una actividad en la que Iberdrola podría obtener el gas para generar electricidad a un precio inferior al de sus competidores. Para evitarlo, Gas Natural deberá desprenderse de activos muy importantes, incluso por encima de la cifra de 5.000 millones de euros que establece el propio plan de la compañía gasista.
Fuentes del ministerio de Economía han precisado que entre estos activos se encontraría la salida de la compañía que preside Antoni Brufau del capital de Enagás , donde tiene el 35%; la venta de las plantas de generación eléctrica de ciclo combinado de Iberdrola y la venta de otros activos eléctricos para no superar la actual cuota de mercado de Iberdrola, que alcanza el 40% y que casi crecería hasta el 44% con el que ahora posee Gas Natural.
Según ha explicado Meroño en un acto público, la CNE debe decidir si autoriza o no la OPA porque la operación "afecta a actividades reguladas", la distribución de gas en el caso de Gas Natural y la distribución eléctrica en el de Iberdrola. Previamente, el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, reconocía que la operación afectaba a “mercado sensibles”. Por su parte, el presidente de Unión Fenosa, Antonio Basagoiti, considera que la operación "debe ser condicionada severamente" por las autoridades de la competencia ya que "puede deteriorar seriamente" el proceso de liberalización iniciado en el sector energético.