LD (EFE) Se trata de las dos medidas fundamentales adoptadas este lunes durante una reunión técnica excepcional convocada en Matignon (sede del Gobierno) para estudiar la situación generada por la ola de calor en las centrales nucleares y tomar decisiones para evitar una eventual penuria de energía eléctrica. Además de un consejero del primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, que presidió el encuentro, en la cita estuvieron varios técnicos de los Ministerios de Industria y de Medioambiente, así como los responsables de Eléctricité de France (EDF) y de la Red de Transporte de Electricidad (RTE).
El recalentamiento y la bajada del nivel de las aguas fluviales, imprescindibles para enfriar las centrales nucleares, han llevado a EDF a pedir a la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) la puesta en marcha de "regímenes derogatorios" de las limitaciones existentes a nivel térmico para algunas unidades. Las centrales nucleares de Bugey (Ain, este), Golfech (Tarn-et-Garonne, sur) y Tricastin (Drome, sureste) han conseguido la autorización, desde hace varias semanas, para arrojar a los ríos las aguas utilizadas para enfriar los reactores con temperaturas más elevadas de lo permitido por las normas en vigor.
EDF había depositado ante la ASN nuevas demandas de derogación de esa normativa para otras centrales nucleares, que aparentemente han recibido el visto bueno del Gobierno. EDF advirtió ayer que Francia podría sufrir una situación "especialmente problemática" en la producción, transporte y distribución de energía debido a la ola de calor que azota el país en las últimas semanas, si no se adoptaban medidas excepcionales. La propia ministra delegada de Industria, Nicole Fontaine, convocante de la reunión de hoy, había calificado de "seria" la situación.
El recalentamiento y la bajada del nivel de las aguas fluviales, imprescindibles para enfriar las centrales nucleares, han llevado a EDF a pedir a la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) la puesta en marcha de "regímenes derogatorios" de las limitaciones existentes a nivel térmico para algunas unidades. Las centrales nucleares de Bugey (Ain, este), Golfech (Tarn-et-Garonne, sur) y Tricastin (Drome, sureste) han conseguido la autorización, desde hace varias semanas, para arrojar a los ríos las aguas utilizadas para enfriar los reactores con temperaturas más elevadas de lo permitido por las normas en vigor.
EDF había depositado ante la ASN nuevas demandas de derogación de esa normativa para otras centrales nucleares, que aparentemente han recibido el visto bueno del Gobierno. EDF advirtió ayer que Francia podría sufrir una situación "especialmente problemática" en la producción, transporte y distribución de energía debido a la ola de calor que azota el país en las últimas semanas, si no se adoptaban medidas excepcionales. La propia ministra delegada de Industria, Nicole Fontaine, convocante de la reunión de hoy, había calificado de "seria" la situación.