LD (EFE) Según explicó el ministro, su departamento está valorando" la medida en que la ampliación de capital de 15.000 millones de euros que anunció la operadora francesa el pasado lunes "pueda ser una ayuda pública e incumpla los tratados". Piqué ha señalado que el Gobierno español tiene "la obligación" de determinar si esta ampliación es o no legal ya que "puede constituir una clarísima competencia desleal hacia otras operadoras de telecomunicaciones y por lo tanto hacia las españolas".
La operación de France Telecom se realizará con una emisión de Bonos de Suscripción de Acciones (BSA), de forma que cada accionista recibirá uno por cada título que tenga antes del cierre de la sesión bursátil de este lunes en París. Según el comunicado emitido por la operadora, estos bonos permitirán suscribir hasta el próximo 4 de abril, 19 nuevas acciones de France Télécom a 14,5 euros por cada 20 BSA. El Estado francés suscribirá un porcentaje de nuevas acciones equivalente a su participación del 56,4 por ciento en el capital del operador.
La ampliación de capital forma parte del programa del nuevo presidente de France Télécom, Thierry Breton, para sacar a la compañía de la crítica situación financiera en que se encuentra, con una deuda récord, que a finales de 2002 era de 68.000 millones de euros. Esta implicación pública es objeto también de una investigación abierta por la CE para determinar si se trata de una subvención.
La operación de France Telecom se realizará con una emisión de Bonos de Suscripción de Acciones (BSA), de forma que cada accionista recibirá uno por cada título que tenga antes del cierre de la sesión bursátil de este lunes en París. Según el comunicado emitido por la operadora, estos bonos permitirán suscribir hasta el próximo 4 de abril, 19 nuevas acciones de France Télécom a 14,5 euros por cada 20 BSA. El Estado francés suscribirá un porcentaje de nuevas acciones equivalente a su participación del 56,4 por ciento en el capital del operador.
La ampliación de capital forma parte del programa del nuevo presidente de France Télécom, Thierry Breton, para sacar a la compañía de la crítica situación financiera en que se encuentra, con una deuda récord, que a finales de 2002 era de 68.000 millones de euros. Esta implicación pública es objeto también de una investigación abierta por la CE para determinar si se trata de una subvención.