L D (EFE) La desaparición de la "acción de oro", o "golden share", elimina una barrera de protección frente a eventuales ofertas hostiles a las que pueda enfrentarse la petrolera en el futuro. No obstante, fuentes de Repsol YPF explicaron que la prescripción de la "acción de oro" no supondrá cambio alguno en su estrategia, porque "nunca hemos gestionado pensando en ella".
Las fuentes consultadas subrayaron que la gestión de Repsol YPF se basa en conseguir que la compañía aumente su rentabilidad y avance en una senda de crecimiento sólido y estable.
El fin de la "acción de oro" puede tener un efecto indirecto en Gas Natural, ya que una eventual OPA hostil contra Repsol YPF daría al comprador una fuerte presencia en el capital de la compañía gasista o de la empresa resultante de una fusión con Endesa. De hecho, el Gobierno ha planteado a la petrolera hispano-argentina la conveniencia de reducir su participación en Gas Natural, que se sitúa ahora en el 30,8 por ciento.
Repsol YPF ya ha anunciado que, si tiene éxito la OPA sobre Endesa, su participación en la compañía resultante quedará diluida hasta el 15 por ciento. Además, la petrolera no descarta reducir aún más su participación si surgen inversiones adecuadas con una rentabilidad superior.
Otras tres empresas cuentan todavía con "acción de oro": Iberia (hasta el 3 de abril), Telefónica (hasta el 18 de febrero de 2007) y Endesa (hasta el 8 de junio de 2007). Lo más probable es que la derogación de este mecanismo entre en vigor antes de que prescriban todas ellas.
La "acción de oro" se creó en 1995 a través de la Ley de Privatizaciones, que instauró un régimen de "autorización administrativa previa" para las empresas privatizadas. El Gobierno del PP modificó esta ley en 2003 para cumplir una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pero la Comisión Europea consideró que los cambios eran insuficientes. Finalmente, el pasado 25 de noviembre el Consejo de Ministros decidió derogar la "acción de oro" para "zanjar definitivamente" los problemas planteados por Bruselas.
Las fuentes consultadas subrayaron que la gestión de Repsol YPF se basa en conseguir que la compañía aumente su rentabilidad y avance en una senda de crecimiento sólido y estable.
El fin de la "acción de oro" puede tener un efecto indirecto en Gas Natural, ya que una eventual OPA hostil contra Repsol YPF daría al comprador una fuerte presencia en el capital de la compañía gasista o de la empresa resultante de una fusión con Endesa. De hecho, el Gobierno ha planteado a la petrolera hispano-argentina la conveniencia de reducir su participación en Gas Natural, que se sitúa ahora en el 30,8 por ciento.
Repsol YPF ya ha anunciado que, si tiene éxito la OPA sobre Endesa, su participación en la compañía resultante quedará diluida hasta el 15 por ciento. Además, la petrolera no descarta reducir aún más su participación si surgen inversiones adecuadas con una rentabilidad superior.
Otras tres empresas cuentan todavía con "acción de oro": Iberia (hasta el 3 de abril), Telefónica (hasta el 18 de febrero de 2007) y Endesa (hasta el 8 de junio de 2007). Lo más probable es que la derogación de este mecanismo entre en vigor antes de que prescriban todas ellas.
La "acción de oro" se creó en 1995 a través de la Ley de Privatizaciones, que instauró un régimen de "autorización administrativa previa" para las empresas privatizadas. El Gobierno del PP modificó esta ley en 2003 para cumplir una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pero la Comisión Europea consideró que los cambios eran insuficientes. Finalmente, el pasado 25 de noviembre el Consejo de Ministros decidió derogar la "acción de oro" para "zanjar definitivamente" los problemas planteados por Bruselas.