(Libertad Digital) El Gobierno está estudiando que las personas que se queden en paro puedan tener una moratoria en el pago de su hipoteca durante un periodo de tiempo limitado, o bien que el importe de la cuota se reduzca significativamente. Esta media es similar a la que se está estudiando en EEUU, por la que se congelarían durante 5 años las cuotas hipotecas de millones de familias.
De ponerse en marcha esta medida, avanzada por Público y El Economista, supondría que los desempleados no tendrían que pagar sus hipotecas mientras estén en paro o pagarían sólo el 50% de las cuotas. Según este último diario, el plazo prefijado sería previsiblemente de dos años y el Ejecutivo utilizará como instrumento de garantía ante las entidades financieras las prestaciones de desempleo del trabajador.
¿Quién pagará los intereses de este aplazamiento?
Según cuenta el diario Público, esta nueva propuesta supondría que los parados que no pudieran afrontar el pago de la hipoteca "disfrutarían de un periodo determinado en el que no tendrían que pagarla". Sin embargo, esta medida recuerda a la anunciada poco antes de las elecciones, según la cual el Gobierno aseguraba que las familias acuciadas por problemas económicos podrían prolongar la vida de la hipoteca "sin coste adicional". Al igual que ahora, entonces no se explicó a los ciudadanos que este alargamiento de los plazos, además de recortar la cuota, suponía un importante incremento de los intereses del préstamo.
Este modelo, que también se está estudiando en EEUU, ya se está poniendo en marcha en algunas entidades financieras como Cajastur, que suspende durante dos años el pago de las hipotecas a sus clientes que se hayan quedado en paro o a los que se encuentren en una situación económica muy difícil. Como es obvio, este aplazamiento supone el alargamiento del plazo de la hipoteca por un periodo de tiempo igual al de la carencia (dos años), y el correspondiente incremento de los intereses.
Otras medidas a valorar
Según El Economista, el presidente Rodríguez Zapatero trató esta cuestión con los secretarios generales de CCOO y UGT en una cena en La Moncloa el pasado lunes. Esta medida se inscribiría dentro de un nuevo paquete de medidas del Gobierno destinada a los colectivos más perjudicados por la crisis, que hace unos meses negaba.
Entre estas medidas, se encontraría la bonificación de la contratación de los parados que tengan cargas familiares. Además, también se estudia que las familias que tengan todos sus miembros en paro -638.000 según la última Encuesta de Población Activa- puedan tener una protección especial, igual que para aquellos parados con cargas familiares, cuando ya no tuvieran derecho a cobrar el desempleo.