LD (EFE) A iniciativa de la ministra suiza de Economía, Doris Leuthard, se convocó esta reunión, al margen del Foro Económico Mundial para reanimar el proceso negociador de esta ronda de liberalización comercial que se lanzó en Doha en 2001 y que debía de haber terminado a fines de 2006. "Todos han expresado su deseo de reanudar con rapidez todas las actividades de los diferentes grupos negociadores de cara a obtener un acuerdo sobre los números", señaló Leuthard, que también subrayó que estuvieron de acuerdo en que la nueva etapa de las tratativas tiene que tener un "enfoque global".
Al hablar de "números" los negociadores se refieren a las propuestas cifradas sobre los recortes arancelarios y de subsidios a aplicar a la agricultura y a los bienes industriales. Para Lamy, un acuerdo puede ser "más cuestión de meses que de semestres", pero también advirtió que el tiempo se agota y señaló que una vez que se llegue al acuerdo, aún harán falta un mínimo de seis meses para cerrar los flecos técnicos y legales.
En la misma línea se pronunció el primer ministro británico, Tony Blair, presente en Davos, que dijo que "lo más probable, aunque no sea seguro, es que lleguemos al acuerdo en los próximos meses". Las negociaciones de Doha quedaron suspendidas en julio pasado, cuando la UE, EEUU, Brasil, India, Japón y Australia fueron incapaces de llegar a un acuerdo sobre la reducción de las subvenciones agrícolas y de las tarifas agrícolas e industriales.
Por su parte, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, aseguró que la agenda de Doha "está avanzando" y que "la Ronda no está muerta". En su intervención, Mandelson se refirió al capítulo agrícola, considerado el más sensible de las negociaciones, para decir que la Unión se ha acercado a las posiciones expresadas por el Grupo de los Veinte (G-20) países en desarrollo, liderado por India y Brasil. Ha señalado también que los comunitarios se acercaban al G-20 porque "representa el equilibrio entre la necesidad de avanzar de forma decisiva en la liberalización del comercio agrícola y la de respetar las sensibilidades agrícolas de los menos competitivos y de los que tienen sectores de subsistencia". "Apostar por ir más lejos nos llevaría seguramente al fracaso", consideró Mandelson, que reiteró que los comunitarios están dispuestos a conceder 10 puntos más a su propuesta oficial de rebajar el 39 por ciento sus aranceles agrícolas.
Al hablar de "números" los negociadores se refieren a las propuestas cifradas sobre los recortes arancelarios y de subsidios a aplicar a la agricultura y a los bienes industriales. Para Lamy, un acuerdo puede ser "más cuestión de meses que de semestres", pero también advirtió que el tiempo se agota y señaló que una vez que se llegue al acuerdo, aún harán falta un mínimo de seis meses para cerrar los flecos técnicos y legales.
En la misma línea se pronunció el primer ministro británico, Tony Blair, presente en Davos, que dijo que "lo más probable, aunque no sea seguro, es que lleguemos al acuerdo en los próximos meses". Las negociaciones de Doha quedaron suspendidas en julio pasado, cuando la UE, EEUU, Brasil, India, Japón y Australia fueron incapaces de llegar a un acuerdo sobre la reducción de las subvenciones agrícolas y de las tarifas agrícolas e industriales.
Por su parte, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, aseguró que la agenda de Doha "está avanzando" y que "la Ronda no está muerta". En su intervención, Mandelson se refirió al capítulo agrícola, considerado el más sensible de las negociaciones, para decir que la Unión se ha acercado a las posiciones expresadas por el Grupo de los Veinte (G-20) países en desarrollo, liderado por India y Brasil. Ha señalado también que los comunitarios se acercaban al G-20 porque "representa el equilibrio entre la necesidad de avanzar de forma decisiva en la liberalización del comercio agrícola y la de respetar las sensibilidades agrícolas de los menos competitivos y de los que tienen sectores de subsistencia". "Apostar por ir más lejos nos llevaría seguramente al fracaso", consideró Mandelson, que reiteró que los comunitarios están dispuestos a conceder 10 puntos más a su propuesta oficial de rebajar el 39 por ciento sus aranceles agrícolas.
Para lograr el acuerdo, ministro brasileño de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, ha afirmado que "se necesita algún tipo de avance entre fines de marzo y principios de abril, y números sobre la mesa lo más tardar antes de que acabe junio". Ha indicado que los participantes recibieron "señales claras de que estamos preparados para comprometernos en las negociaciones" y dijo tener "la sensación de que EEUU y la UE están preparados para comprometerse en negociaciones serias. Creo que hay una urgencia que antes no existía"
Por su parte, el ministro indio de Industria y Comercio, Kamal Nath, dijo a Efe que "esta reunión ha devuelto Doha al proceso negociador. Me siento optimista porque la UE se ha acercado a las posiciones del G-20, pero ahora EEUU tiene que comprometerse más". Uno de los problemas que los países tienen en el horizonte es que en junio expira la Autoridad de Promoción Comercial (TPA) o "fast track" que el Congreso de EEUU da a la Casa Blanca para que negocie acuerdos de comercio internacional sin tener que someterlos al proceso de enmiendas.
El presidente de EEUU, George W. Bush, tiene ahora la dificultad adicional de tener un Congreso de mayoría demócrata que podría echarle abajo su petición para renovar el TPA, lo que supondría, según los analistas, un retraso de años para la Ronda de Doha. Por su parte, la Representante de Comercio de EEUU, Susan Schwab, dijo que su país "está preparado para hacer recortes significativos en las ayudas que concedemos y que distorsionan el comercio, siempre que la Unión Europea haga lo mismo" con los subsidios agrícolas. Schwab agregó que, si se produjeran esas condiciones, "el Congreso será más proclive a renovar el TPA".
Por su parte, el ministro indio de Industria y Comercio, Kamal Nath, dijo a Efe que "esta reunión ha devuelto Doha al proceso negociador. Me siento optimista porque la UE se ha acercado a las posiciones del G-20, pero ahora EEUU tiene que comprometerse más". Uno de los problemas que los países tienen en el horizonte es que en junio expira la Autoridad de Promoción Comercial (TPA) o "fast track" que el Congreso de EEUU da a la Casa Blanca para que negocie acuerdos de comercio internacional sin tener que someterlos al proceso de enmiendas.
El presidente de EEUU, George W. Bush, tiene ahora la dificultad adicional de tener un Congreso de mayoría demócrata que podría echarle abajo su petición para renovar el TPA, lo que supondría, según los analistas, un retraso de años para la Ronda de Doha. Por su parte, la Representante de Comercio de EEUU, Susan Schwab, dijo que su país "está preparado para hacer recortes significativos en las ayudas que concedemos y que distorsionan el comercio, siempre que la Unión Europea haga lo mismo" con los subsidios agrícolas. Schwab agregó que, si se produjeran esas condiciones, "el Congreso será más proclive a renovar el TPA".